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Los bocadillos que preparamos entre comidas son importantes para mantener a nuestros chiquitos con energía y suplir los requerimientos nutricionales que necesitan para desarrollarse sanamente. Merienda no es sinónimo de chuchería, es una comida ligera y al igual que el desayuno, el almuerzo y la cena, los rubros ó productos que utilicemos en su preparación determinarán si es un aporte nutricional importante. 

Katiuska Vicioso, experta en control de calidad de alimentos, afirma que la tarea de elaborar meriendas saludables y sabrosas comienza en el súper ó el mercado, seleccionando los insumos adecuados, a continuación sus recomendaciones.

Al supermercado por la merienda: Tips para una compra inteligente

Lleva tu menú: No lo dejes a la memoria, tener una lista de las meriendas que harás en la semana, te permitirá comprar lo necesario, ahorrarás más y nada te faltará.

Mientras más natural, mejor. No es que saques todos los productos empacados de tu carrito, pero si puedes obtener las vitaminas, minerales y proteínas de su fuente orgánica estarás haciendo un aporte más valioso al organismo de tu chiquito, mientras cuidas su salud.

Prefiere lo productos orgánicos e integrales. Son más saludables ya que no se ha utilizado ningún tipo de pesticidas en su elaboración, ni han perdido sus propiedades naturales.

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Frutas y vegetales, primero. Es en las meriendas que podemos introducir estas ricas fuentes alimenticias con más facilidad. Que sean la prioridad en tu compra.

Incluye buenas fuentes de proteína, como los huevos y las nueces (recuerda, siempre tritúralas para servirlas a niños menores de 6 años).

Alimentos procesados. Observa la fecha de caducidad y el buen estado del empaque.

No compres comidas ricas en grasas, alimentos «lights», refrescos, paletas, goma de mascar ó chucherías de poco valor nutricional. Tenerlos disponibles en casa estimula su consumo y hace más difícil que los chic@s prefieran los alimentos naturales.

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