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Si te desesperas haciendo la tarea con tu hijo, las recomendaciones de la psicóloga Claudia Simó, Especialista en Dificultad de Aprendizaje, te servirán para darle el soporte adecuado.

«Estoy cansada de hacer tareas con mi hijo y explicarle las vocales una y otra vez.»- «Un día se sabe los números y los colores y al otro día no se recuerda.» Estas son frases que escucho con alta frecuencia en la consulta o en la dirección académica del colegio. Los padres acuden a mi alarmados y convencidos que su hijo tiene alguna deficiencia mental, que tiene algún trastorno de aprendizaje o que «son brutos.» Es por esto que he querido hablar del aprendizaje lento en algunos niños.

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Los niños de aprendizaje lento no son niños con deficiencia mental, pero si con ciertas particularidades, que les hacen estar por debajo de lo común en cuanto al rendimiento académico y a la habilidad mental.

Es importante que los padres y maestros entiendan que su retraso no es mental, más bien en la mayoría de los casos son niños que han sufrido o sufren tensiones superiores a las habituales de su edad o han sido expuestos a circunstancias familiares o escolares no propias para su edad cronológica y emocional.

Las características de los niños con aprendizaje lento pueden ser:

  1. Necesidad de repetir las cosas muchas veces para que se le «queden.»
  2. Su forma de razonar es sencilla, prefiere lo práctico y lo concreto
  3. Su rendimiento es mayor en tareas cortas, y en ejercicios teóricos.

El niño con aprendizaje lento puede funcionar en casi todos los tipos de escuelas siempre y cuando el personal que lo instruya tenga la sensibilidad de trabajar respetando su ritmo y ofreciéndole la atención necesaria. Si se le da la oportunidad el niño sin dudas podrá aprender y mejorar, hasta casi igualarse con sus compañeros, pero más lentamente.

El desempeño del maestro ante este tipo de alumno será el responsable directo del impacto positivo o negativo ante las actividades lúdicas y todo lo relacionado a su vida escolar.

El maestro debe proporcionarle al niño metas que sean a su nivel y desarrollo, (que el pueda superar), reforzarle cualquier progreso en el aprendizaje por mínimo que sea, afianzar su interés por los estudios y jamás compararlo con otro alumno, en todo caso, solo consigo mismo.

Las notas deben calificar su esfuerzo y progreso, pues él necesita más tiempo que sus compañeros, sus calificaciones les servirán de refuerzo, en cambio las malas notas les harán abandonar sus estudios.

Las exigencias, las presiones, la impaciencia, producen en él tensiones emocionales que dificultan su aprendizaje aún más. Por lo tanto es conveniente que sean evitadas. Cuando a estos niños no se les presta la atención que necesitan, aparece una grave inadaptación, que hace inútil la enseñanza y la escuela.

Estos son algunos consejos para aquellos que tienen un hijo con aprendizaje lento.

Utilice métodos Sencillos. Usa técnicas de enseñanza sencillas. La repetición es buena. Los métodos de enseñanza «antiguos» funcionan mejor para estos casos. Los maestros para niños de lento aprendizaje usan las antiguas tarjetas de repaso.

Pocas Distracciones. Usa páginas de libros y otros trabajos que no tengan imágenes que puedan distraer la atención del niño. Las imágenes y el color innecesario puede ser una distracción que puede causar frustración. Asegúrate de que el cuarto esté libre de ruidos y objetos que sean innecesarios.

Enseñanza Constante. Trabaja con tu hijo uno a uno. Te necesita allí con él todo el tiempo. Es incapaz de enfocarse sobre una tarea y terminarla sin que tú estés allí para ayudarle y motivarlo. Está preparado para pasar tiempo con tu hijo.

Destrezas Básicas. Concéntrate en lo básico de la lectura y las matemáticas. Puedes leer historia a tu hijo o hacer un experimento científico con el, pero asegúrate de que esté progresando en las habilidades básicas de la lectura y las matemáticas. Estas serán las habilidades que le serán indispensables cuando sea adulto.

Reforzar `positivamente sus esfuerzos afianzando su interés por la escolaridad. Concéntrate en reforzarlo de manera positiva cada uno de sus logros y nunca lo ataques personalmente.

Las presiones y humillaciones que acompañan la desesperación al hacer las tareas SOLO HARAN QUE TU HIJO RETROCEDA EN SU APRENDIZAJE. No lo juzgues, ámalo, respétalo, entiéndelo y si es necesario busca ayuda porque la mayoría de estos niños son inseguros y tiene una autoestima baja.

Este artículo fue escrito Por la Lic. Claudia Simó, Especialista en Dificultad de Aprendizaje del Centro Vida y Familia Ana Simó. Puedes comunicarte con ella llamándola al 809-566-0948.