Las vacaciones de verano se han vuelto un problema para aquellos padres que por razones económicas o dificultades de transporte no pueden enviar a sus hijos/as a campamentos o programas recreativos.
Por otro lado, algunos niños prefieren quedarse en casa, dormir y descansar frente a un televisor o video juego, ya sea por voluntad propia o por necesidad. Estas son causas vitales en el sedentarismo en los niños.
El sedentarismo está causando en los más pequeños problemas como el sobrepeso, y con ello, la predisposición a enfermedades como la diabetes infantil, enfermedades ligadas a la circulación, problemas cardíacos, respiratorios, gástricos, colesterol, baja motricidad y problemas visomotores que más tarde impactarán en el desempeño escolar.
La falta de participación en actividades físicas de grupo también impide la práctica de habilidades sociales como la cooperación, respeto, disciplina, organización o seguir instrucciones. Los cambios sociales, como vivir en apartamentos y largas horas de trabajo de los padres fuera del hogar, limitan a muchos niños a no tener quien los lleve a montar sus bicicletas, tirar y patear la pelota o jugar correteando a su antojo. La inactividad está produciendo en nuestros menores un deterioro en el desarrollo de sus funciones físicas, mentales, emocionales y sociales.
Los beneficios de la actividad física sobrepasan las dificultades que se puedan tener para que los niños las realicen. La actividad física obliga a usar la creatividad.
El cuerpo reacciona de manera inmediata y de forma inesperada ante cualquier estímulo que se presenta. Los continuos movimientos nos mantienen en alerta, a la expectativa de lo que viene después. Esta cadena de eventos hace que nuestra mente madure mientras nos ejercitamos. Se nos ocurren nuevas ideas, formas y hasta inventamos nuevos trucos para ganarle al contrincante.
Cuando se corre, brinca, se mueve el esqueleto, nuestro cuerpo genera adrenalina causando alegría, entusiasmo promoviendo la salud en general. Cuando participamos de actividades en equipo, aprendemos a relacionarnos con los demás. El juego físico realizado en grupos promueve la comunicación, cooperación, respeto, tolerancia, y muchos otros valores sociales que nos ayudan a identificarnos como personas de valor.
Por: Lic. Martha Rodriguez-Perez, MSW, Psicoterapeuta Familiar.