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En primavera y verano, cuando las actividades al aire libre se antojan, a veces hay limitaciones que no permiten a los hijos salir. No todos vivimos en casa con jardín grande donde los niños puedan correr. A veces no es seguro dejar que jueguen en la calle. Entonces, ¿qué hacer para asegurar que hagan ejercicio y tengan acceso al oxígeno?


Aquí hay algunas ideas.

Aprovecha la ubicación de tu vivienda. Si vives en departamento en una ciudad grande, los museos y la biblioteca pueden estar cerca de ti.

Planea con tus hijos una expedición que puede empezar con un trayecto divertido: Pongan retos, como no pisar las rayas, o brincar sobre un solo pie.

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Disfruten el camino sacando energía para llegar a la tranquilidad de su destino, donde pueden bajar la velocidad y cargar las pilas para el regreso.

Hagan un jardín en el patio. Tus hijos pueden ayudar a hacer macetas de material reciclable. Las plantas pueden ser algunas que ya tengas adentro de la casa, o pueden ir a buscar vida nueva al vivero.Para más diversión, siembren hierbas que se puedan usar en la cocina, como yerbabuena, manzanilla, albahaca, chile, etc. Así tus hijos se sentirán orgullosos de los platos que se realicen con su cosecha.

Si no quieres que siembren el jardín en el patio, puedes ayudar a tus hijos a poner sus macetas en las ventanas. Deja que ellos se encarguen del riego y cuidado de las plantas.

Aprovechen las escaleras. Si las escaleras de tu edificio son seguras, eviten el uso del elevador (si es que existe uno). Es muy buen ejercicio subir y bajar escaleras muchas veces al día.Por seguridad, procura que tus hijos más pequeños no lleven bultos en las manos durante estas subidas y bajadas, ya que pueden perder el equilibrio.

Acostumbra a tus hijos a caminar. En vez de crearles el hábito de siempre ser transportados a todos lados, anima a tus hijos a ir a pie cuando la distancia sea razonable. Esta práctica los hará más independientes. Dependiendo de la seguridad de las calles, puedes optar por dejarlos ir solos, o acompañarlos.

Cuando vayan a un centro comercial, estaciona el coche lo más lejos posible del acceso para que todos caminen, supervisando siempre la seguridad de tus hijos mientras atraviesen el estacionamiento. Una vez adentro, traten de usar las escaleras normales en vez de la escalera eléctrica.

Baila con tus hijos. En casa, pon un buen merengue, salsa o música alegre y ¡todos a bailar! Además de ser un excelente vehículo para enseñar la cultura latina a tus hijos, el baile también desarrolla la seguridad personal y la gracia. Alguien que sabe bailar cae bien en cualquier fiesta.

Pon el ejemplo. Tus hijos no escogieron el lugar donde viven. Tú puedes enseñarles las ventajas de vivir en un ambiente urbano, y disfrutarlo saludablemente.

Deja que te vean caminar con entusiasmo y gozar los detalles únicos del entorno citadino.