Uno de los maravillosos regalos de la amistad es saber que contamos con amigos que nos acompañan en todo momento, podemos compartir con ellos en las buenas y en las malas, en la soltería ¿y en el matrimonio?
Expresiones y acciones como: “Yo me casé con separación de viernes”, “No tengo que avisarle a mi esposa para donde voy, yo salgo y ya”, “Mi amor, para el fin de semana
que planificaste, ya invité a los muchachos”, “Nunca salimos solos, siempre están tus amigos de por medio”, son típicas en un gran porcentaje de matrimonios.
Lo que provoca que muchas esposas no acepten los amigos de su cónyugue, llegando a “no soportarlos”. Ana Cáceres, cuenta, “no puedo contar con mi esposo, semana tras semana, sus amigos llegan a buscarlo para salir o se quedan en casa toooda la tarde, el no entiende que los fines de semana también se hicieron para compartir con la familia”.
“Los hombres tras casarse, por lo general no aprenden a establecer buenos límites entre sus amistades y su pareja. Se resisten a entender que ya no son solteros, que el tiempo que dedican a sus amigos debe ser consensuado y optan por mantener su libertad, sin importar si esa conducta crea conflictos con su pareja”, explica la
psicóloga Vivian Fernández.
“Nunca salimos solos, siempre se pegan ellos, creo que el único viaje que hemos hecho fue al de la luna de miel y de eso hace 8 años, a veces tengo que ir sola a las actividades que nos invitan, porque él hace planes con los amigos sin avisarme, parecemos dos solteros casados”, dice Ana.
“Convertirse en una pareja significa hacer adaptaciones y sacrificios por el bienestar del cónyuge, explícale a tu marido que no está mal que comparta con sus amigos, pero que también debe dedicar tiempo para tí”, exhorta la especialista.
“Por ninguna razón le prohíbas salir, pelear y discutir no soluciona las cosas. Más bien explícale la importancia de establecer buenos límites, como un horario para visitas o salidas, que te permita a ti también compartir con él”, agrega Fernández. Yaniris Guzmán, esposa de Juan Carlos, exhorta “las cosas no se imponen y nunca puedes decirle a tu pareja lo que debe hacer o no, pues es un adulto con la capacidad de racionalizar, más bien habla y entra en un consenso. Las discusiones solo traen malestar al matrimonio y por ende hay que mantenerlas lo más lejos posible. Además se gana más siendo dulce y sutíl, que imponente y gruñona”.
Procura desarrollar amistad con los amigos de tu esposo y con otras parejas, Yaniris recomienda, “es importante conocer las personas con las que comparte tu esposo, así haces un análisis de quien es perjudicial para la salud de tu matrimonio.
Yo considero a sus amigos parte de mí por igual y disfruto estar con ellos”.
“Todo matrimonio necesita parejas de amigos para compartir y disfrutar. No obstante debemos aclarar que los amigos de un matrimonio tienen que ser amigos de los dos y ser igualmente aceptados por los dos. Las relaciones con amistades, por excelentes que sean, tienen sus límites.
Cada matrimonio debe conocer los límites de la amistad. El respeto debe ser una valla protectora de esa amistad. Nunca le faltes el respeto a sus amigos ni permita que te falten a ti”, explican Luis y Hannia Fernández, autores de Libres para amar. “Los conyugues deben hablarse con la verdad, no exceder la confianza que le han dado sus amigos y no permitir que ellos excedan este límite. Procuren construir amistades conjuntas, el matrimonio debe construir sus propias amistades, desarrollando relaciones sanas con otras familias con quienes tengan algo en común”, exhortan.
Por: Yosset A. Espinal
Editora Nuestros Hijos