Porque Dios da la sabiduría y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Prov. 2:6
Recientemente compartía con unos amigos cuán importantes y a veces determinante es poder entender las personas con las cuales nos involucramos, sin importar el tipo de relación. En cuanto a nosotros, quiero que lo veamos desde la perspectiva del matrimonio. El imaginar esto me lleva a pensar cuantas crisis o fricciones nos evitaríamos si antes de actuar o reaccionar ponemos de nuestra parte y procuramos entender a nuestra pareja. ¿Qué es lo que provoca que actúe o hable de una manera determinada o qué fue aquello en su pasado que la convirtió en lo que hoy es? Otra de las ventajas de procurar entender a mi pareja, es que hace de mí una persona con una actitud conciliadora o inclinada hacia el perdón.
Existen algunas necesidades básicas características del hombre y de la mujer de manera individual, pero no podemos ignorar aquellas que son comunes a todo ser humano, en especial tu pareja:
a) El deseo de sentirse amados y valorados
b) Sentido de pertenencia que implica que él o ella pueda experimentar esa sensación casi indescriptible de que es parte de algo que trasciende a un estado civil, un proyecto familiar y/o social, sino que más bien, está unido a alguien sin en el cual estarían incompletos, que sólo juntos pueden desarrollar una complicidad única que genera placer y satisfacción de logros alcanzados.
c) Apoyo, palabra que aparenta ser simple, pero ella implica un nivel de entrega, tolerancia y paciencia que toda persona espera encontrar en su pareja. Mi pregunta hacia ti hoy es: ¿Entiendes lo suficiente a tu pareja?
Por: Javier Valdez
Pastor, Consejero de pareja
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