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Te presentamos una guía práctica que te ayudará con la educación de tus hijos de acuerdo a su edad.

Como padre a veces no sabes cómo exigirle a tu hijo y saber hasta dónde es capaz de actuar de un modo responsable y adecuado a su edad, teniendo en cuenta las distintas etapas de su desarrollo.

2 y 3 años

A esta edad tu hijo puede hacer algunas tareas bajo la supervisión tuya. Los niños a esta edad no entienden con claridad las cosas que hace bien o mal y obra de acuerdo a mandatos y prohibiciones porque no posee autocontrol.

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Te puede ayudar a ordenar y guardar sus juguetes, zapatillas, pijama, regar flores y algunas tareas concretas como poner y/o recoger las servilletas, etc.

3 y 4 años

Imita y observa todo lo que ve en los adultos. Es el momento del aprendizaje por imitación y actúa en función del premio o el castigo. Ya puede controlarse y puede tener orden en sus cosas. Colabora en guardar juguetes y los debe recoger.

Puede poner algunas cosas fáciles en la mesa como el plato y los cubiertos, etc. Se desnuda solo y se viste con ayuda. Aprende a compartir las cosas y a esperar su turno. Muestra interés creciente por jugar con otros niños.

4 y 5 años

Sigue observando e imitando lo que ve en los adultos. Necesita que le guíen pero tiene deseos de agradar y servir y por eso suele tener iniciativas responsables como vestirse, recoger sus juguetes, controlarse en un espectáculo, etc. Debe dejar ordenados los objetos que usa. Es bastante autónomo en la comida y en su cuidado personal. Ya puede calzarse, lavarse e ir al baño solo. Suele asociarse a dos o tres niños para jugar y entabla las primeras amistades.

5 y 6 años

Ya ha aprendido bastantes conductas y aunque necesita que le instruyas en lo que debe o no debe hacer, conviene ofrecerle posibilidades para elegir entre dos opciones. Puede ser responsable de tareas domésticas sencillas: limpiar el polvo, recoger la mesa, preparar su ropa para vestirse, buscar lo que necesita para una actividad concreta.

6 a 7 años

Con control y ayuda para evitar descuidos involuntarios, puede y debe prepararse los materiales para realizar una actividad. Comienza a ser capaz de controlarse en desplazamientos muy conocidos y próximos tales como el colegio, casa de amigos que vivan en el mismo bloque de viviendas, casa de algunos familiares, etc.

Puede controlar algún dinero semanal y aprender a administrarlo, sabiendo que, si lo gasta, deberá esperar a la semana siguiente para recibir dinero otra vez.