Desde casa debemos inculcar a los pequeños la importancia de cuidar el medio ambiente y el planeta.
Comenzar con pequeños pasos día a día de actividades que cuidan el planeta, es algo que a la larga se convertirá en un hábito para todos y harán cuando sean mayores y la Tierra nos lo agradecerá.
Utilizar productos reutilizables: servilletas y pañuelos de tela, vajilla de cristal o cerámica, etc.
Llevar tu propio envase. Vas de compras al súper, puedes llevar tu propio envase para que te pongan los embutidos, o qué tal si van a una pizzería y llevan sus propios termos.
Utilizar productos reciclados y reciclables. Se ahorra agua y otros recursos, disminuyendo la contaminación.
Antes de tirar cualquier objeto piensa si se puede aprovechar. Los juguetes, ropa usada o los libros pueden ser de utilidad a personas.
Apagar las luces y los electrodomésticos cuando no se usen. Recuerda que tener los aparatos en stand by (con el piloto rojo encendido) también consume energía.
Si lavas el vehículo en casa, hazlo con un cubo y no con la manguera.
Separar los residuos en casa para facilitar el reciclaje.
Consumir frutas y verduras de temporada, producidas de manera ecológica y local.
No descongelar los alimentos bajo la llave. Es mucho más ecológico sacarlos del congelador el día anterior y colocarlos en la nevera.
No tirar por los desagües nada que no sea agua. Los restos orgánicos, como los aceites y otros residuos, contaminan nuestros ríos y dificultan el trabajo de las depuradoras.
Utilizar bombillos ecológicos: las bombillas fluorescentes compactas consumen sólo el 20% de energía que las tradicionales y duran ocho veces más.
Cerrar las llaves cuando no se necesite el agua y controlar que no haya en la casa ninguna llave que gotee.
La ducha, mejor que el baño.