Es muy probable que alguna vez haya sentido un dolor de oídos, ¿es terrible verdad? Imagínate lo mal que la pasa un niño que no sabe hablar, al no poder decir que le molesta, solo llora, llora inconsolablemente.
Cuando se produce el llanto inconsolable, generalmente los padres realizamos varios tanteos para descubrir que le pasa a nuestros bebes, nunca recordamos que tienen oídos y que estos pueden dolerles. Recuerdo cuando me sucedió con Pria Luz, mi primer retoño, después de tres horas de lágrimas y gritos a todo pulmón, fue que descubrí que tenía un objeto en su oído izquierdo.
El dolor de oídos suele presentarse por una infección provocada por gripe o alguna bacteria, también puede producirse por razones muchas más simples y cotidianas, que en ocasiones pasamos por alto.
Como la limpieza, los otorrinolaringólogos suelen decir que los oídos deben limpiarse con los codos, refiriéndose a que es muy peligroso introducir hisopos, wipes y cualquier otro elemento al canal auditivo, el oído tiene su propia manera de higienizarse. Lo que debemos higienizar es la oreja, es decir la parte exterior de los oídos.
Hay que evitar que durante el baño de los bebés, se introduzca agua en sus oídos al igual que residuos de shampoo y jabón. Al enjabonarlo y lavarle la cabeza puede que alguna sustancia entre a su oído, pídele a tu chiquito que se cubra oídos mientras lo estés lavando en esa zona.
Igual cuidado debemos tener al disfrutar de un día de piscina o playa. A Samuel de Jesús, mi segundo hijo, le encanta nadar, al día siguiente de una tarde en la piscina del club, el chiquito comenzó a llorar y llorar. Cuando visitamos al pediatra descubrimos que era dolor de oídos y los tenía tapados por el agua. Si a tu hijo le gusta nadar, cómprale protectores o tapones de oído para la piscina.
Por mi experiencia sugiero que siempre que tu chiquito llore inconsolablemente, le revises los oídos para ver que todo esté bien. Si descubres algo consúltalo inmediatamente con el pediatra.
No lo mediques por tu propio criterio, es muy común que lo primero que hagamos sea suministrarle algún antibiótico, gotas o acetaminofén. Pero solo el doctor debe determinar cuál es el tratamiento que debemos seguir en caso de una infección o dolor de oídos.
Por: Licda. Princesa Santana