Si bien es cierto que las nuevas tecnologías tienen beneficios positivos cuando se les da un buen uso, no podemos negar lo que se está perdiendo hoy en día cuando estas sustituyen procesos y vivencias de la vida de las familias, donde es importante: la comunicación cara a cara, la vivencia y la experiencia del contacto humano.
¿Qué estamos perdiendo?
El tiempo de Calidad en la familia, esas actividades, esos momentos para hablar, compartir, jugar, pasar tiempo juntos y divertirse en familia.
El contacto humano: el tocarse, mirarse a los ojos, mostrar interés y atención a quien nos habla.
La comunicación no verbal: Esa que nos habla a través de los gestos (mirada, postura). Cuando un miembro de la familia está inmerso en un aparato electrónico y no presta atención a lo que otro miembro le está comunicando.
El control de las emociones: Cuando no se permite que los hijos vivan las experiencias, conozcan y se enfrenten a sus propios sentimientos, porque en esos momentos de crisis se les da un aparato para calmarlos.
¿Cómo podemos recuperarlo?
1. Entendiendo que la familia y el proceso de convivencia es primordial para que sus miembros puedan lograr un desarrollo integral.
2. Dándole la prioridad que se merece cada cosa. (Que es más importante).
3. Identificando el uso adecuado de las nuevas tecnologías, reflexionando porque las necesitan, para qué.
4. Decidiendo que uso a partir de ahora le darán como familia.
«Educar a los hijos en una comunidad sana, de respeto, amor y seguridad, les permitirá crecer como seres humanos independientes, seguros, y con capacidad de tomar decisiones.»
Escrito por: Jeymi Febles
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