Si eres exagerado en tu papel de padre o madre. Si eres papá o mamá helicóptero, te puedes estar perdiendo de oportunidades importantes para el desarrollo de tu hijo.
Cuando sobreproteges a tus hijos ellos pierden las siguientes oportunidades:
1. Medir lo que realmente vale. Si no permites que tus hijos se enfrenten nunca a la posibilidad del fracaso o de la equivocación, no tendrán la oportunidad de descubrir lo que realmente pueden lograr.
Tu constante intervención para cuidar que todo salga perfecto les manda un mensaje negativo: ¨Hijo, no puedes. Por eso yo tengo que hacerlo por tí.” De esta manera nunca experimentara sus propios logros.
2. Confiar en los demás. Al sobreproteger a tus hijos, estas pendiente de todos los riesgos que la pueden acechar. Esta conciencia de estar en constante peligro no es cómoda ni sana para ella.
Si siempre está bajo tu protección les costará trabajo convivir con niños de su edad, sobre todo en el entorno escolar o en cualquier lugar en donde tú no estés presente. No serán capaces de manejar situaciones y le dificulta el proceso de hacer amigos.
3. Crecer. Tener nuevas experiencias y enfrentarse a lo desconocido los hace crecer. Para que tus hijos crezcan, tienes que soltarlos y darles poder, debes confiar en ellos.
Trata de superar tu ansiedad de padre y dale a tus hijos el espacio para experimentar, equivocarse y desarrollarse sanamente.
La sobreprotección también te afecta a tí, haciéndote perder las siguientes oportunidades:
1. Conocer realmente quiénes son tus hijos. Si siempre estas presente y no la sueltas, su identidad está totalmente absorbida por ti y por tus expectativas. Si no los dejas crecer y descubrir sus propios gustos y talentos, nunca conocerás quiénes son ellos.
Ayuda a tu hijo a descubrir y a definir su propia personalidad.
2. Desarrollar relaciones sanas con el resto de la familia. Cuando estás enfocado tanto en proteger a tus hijos, no dedicas tiempo a tu relación de pareja o a tu relación con el resto de la familia.
La sobreprotección afectando tus recursos físicos y emocionales, dejándote agotada.
3. Crecer tú como persona. Enfocarte 100% en tus hijos te limita. Tienes todo el derecho de tener a tus propios amigos y de disfrutar de tus propios intereses.
Los hijos aprenden de los ejemplos sanos. Si tú eres una persona independiente y feliz, a quien le gusta siempre aprender, tus hijos pueden seguir tus pasos sin dañar su propia identidad y crecimiento.
¿Eres sobreprotector con tus hijos? Comparte con nosotros tu experiencia y ayuda a otros padres de nuestra comunidad.
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