Para cualquier padre es frustrante presenciar la rabieta de su hijo y no saber manejarlo, la impaciencia que le invade muchas veces puede llevarlo a maltratar física y emocionalmente al niño. Las rabietas forman parte del proceso de desarrollo de los niños, las mismas suelen ocurrir entre las edades de 1 a 4 años etapa donde se comienza a definir su carácter y a tener preferencias, las rabietas se manifiestan porque lo niños en este período no tienen la capacidad de expresar adecuadamente lo que sienten o necesitan, sin embargo a medida que van aprendiendo a manejar sus emociones las rabietas van disminuyendo con el tiempo.
Diversos factores inciden para que se generen rabietas en los niños como por ejemplo quitarles un juguete o la preferencia de uno en particular, tener sueño, estar cansados, sentirse incómodo, llamar la atención de los padres, etc; es importante destacar que en este período los niños son intolerantes a la frustración y no comprenden el por qué no siempre obtienen lo que quieren.
Para controlar las rabietas en los niños es importante tomar en cuenta ciertos elementos, como son:
Mantener la calma. Es importante no responder airado ante las rabietas ya que pueden prolongarse y no conducir a ninguna solución, llévalo de la mano al jardín y espera a que se calme solo.
Mirarlo a los ojos mientras conversa. Una mirada comprensiva colocándose a la altura del niño manteniendo la autoridad permitirá que se calme y favorezca la conversación.
Manifestar respeto en todo momento. Los padres deben dejarle saber al niño que para ser escuchado debe controlarse y hablar sin gritar pues no se puede conversar de esa manera.
Enseñarle normas. Educar al niño basado en amor y límites sería lo ideal, proponer normas claras de acuerdo a la edad favorece al compromiso y responsabilidad, si es necesario repita el acuerdo de normas que realizaron las veces que sea necesario.
Finalmente recuerda que a medida que tu hijo crece va atravesando etapas y convirtiéndose en un niño más independiente lo que produce una sensación de autonomía y valía que cuando se ve coartado por los padres puede manifestarse las rabietas, sin embargo contar con habilidades y/o herramientas adecuadas de crianza se puede acompañar al niño en el manejo adecuado de sus emociones y por supuesto a sobrellevar las frustraciones, también recuerda que los niños son un reflejo nuestro el ejemplo que otorguemos en casa se manifestará a través de su conducta.
Escrito por:
Angy Estévez, M.A.
Psicóloga Clínica
Master en Psicología de la Intervención Social.
Especialista en Salud Mental Materna, Duelo gestacional y Perinatal.
angy.estevez@gmail.com