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El autor de este ariculo es Derek Keenan Ed.D.Vicepresidente de Asuntos Académicos de la Asociación Internacional de Colegios Cristianos. Keenan tiene un Doctorado en Liderazgo Educativo de la Universidad Nova deFort Lauderdale.

Para maestros: «Si queremos transmitir pasión por la lectura debemos ser lectores».
Tuve el privilegio de crecer en un hogar que era rico en libros, la pobre casa de un pastor que no tenía televisión ni radio, pero sí, muchos libros.

Vivíamos en Irlanda, hasta que tuve 12 años de edad. Después mi familia emigró hacia los Estados Unidos. Mi padre con una educación en su mayoría autodidacta (o sea que continuamente leía libros) hasta que asistió a una universidad bíblica en Escocia, de diferentes formas nos repetía esta frase: “Saber leer y no hacerlo es una tontería; leer tonterías es una estupidez”.

En el acento de mis padres la palabra estúpido se escuchaba como “estiupido” (stewpid). Ésta enfatizaba su gran disgusto porque nos quedáramos donde estábamos, por no leer.

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Cultura electrónica y hábitos de lectura
Hoy en día, algunos niños tienen el privilegio de vivir en hogares ricos en libros. Vivimos en una cultura electrónica “multimedia” que alimenta el extenso gusto por la información en chips dividida por bits. A medida que hablo con los educadores en mis conferencias, una de las canciones que canto (no literalmente) es acerca de nuestros hábitos de lectura como maestros.

Si queremos transmitirle a nuestros estudiantes una pasión por la lectura, debemos ser lectores. Esta es una poderosa verdad para todos los otros.

Lectura y autoaprendizaje: una riqueza para la vida

En nuestro trabajo debemos leer regularmente, por lo menos, una publicación basada en alguna investigación relacionada con nuestro campo. No todos los artículos periodísticos de alguna investigación son valiosos o de interés pero podemos explorarlos por las ideas que tienen mérito. El personal ejecutivo puede desarrollar un patrón de copiar y compartir valiosos artículos y utilizar los más interesantes para una discusión en reuniones con el personal docente y administrativo.

Si queremos transmitirle a nuestros estudiantes una pasión por la lectura,debemos ser lectores.

Como maestros necesitamos saber cómo responder las preguntas que los padres de familia hacen acerca del qué y porqué en educación. Cómo respondería una pregunta acerca del número de alumnos inscritos en sus clases o colegios según lo que sea de mayor beneficio para los niños?

  1. ¿Será el número deniños, sencillamente, lo que la ley dictamina o podemos identificar razones educativas lógicas para estándares como estos?
  2. ¿Cuáles son los puntos de referencia para establecer lo más apropiado para un sistema de aprendizaje basado principalmente en la investigación?
  3. ¿Qué indicadores podemos utilizar para evaluar el desarrollo de habilidades motoras?
  4. ¿Será más efectivo el método lingüístico fonético para aprender a leer, que otro método no lingüístico como una estrategia de prelectura?

Y la lista de preguntas podría continuar.

Estas y otras preguntas pueden responderse desde la perspectiva de una lectura profesional y cada maestro de niños pequeños debe ser capaz de hacerlo.

El éxito de cualquier programa educativo depende, en alto grado, de satisfacer las necesidades de su clientela, y servimos familias que cada vez más, están haciendo preguntas difíciles.

Como lectores disciplinados podemos servir de mejor forma en nuestra profesión y en nuestros colegios. Pero más allá, en lo personal, debemos enriquecernos y estimularnos por el supremo gozo de asumir la responsabilidad de aprender por cuenta propia.