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Las mujeres embarazadas mayores de 35 años o con predisposición a tener hijos con síndrome de Down, entre otros desórdenes cromosómicos, deben someterse a ciertas pruebas para determinar si efectivamente el feto tiene algún problema. Por lo menos eso era lo que se establecía hasta hace unos años.

Pero el protocolo ha cambiado y según el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia, toda mujer embarazada debe someterse al ‘early screen’. Se trata de una sonografía de alta resolución, donde se mide el grosor de la translucencia nucal del feto, combinada con una prueba en sangre de la madre, explica José De Lancer, ginecobstetra-sonografista de la Unidad de Medicina Prenatal (UMEP).

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La razón de que todas las embarazadas, sin importar la edad, se realicen la ‘early screen’ es que como el protocolo anterior solo estudiaba a las madres por encima de los 35 años, pasaban desapercibidas las que estaban por debajo de esa edad y que también tenían hijos con síndrome de Down, entre otras alteraciones.

Pero además de la edad y condición de la futura madre, ha variado el método. Aunque todavía se utilizan en muchos países, como el caso de República Dominicana, otras pruebas, la ‘early screen’ es la más segura y precisa, argumenta De Lancer.

La diferencia

Lo común es que la mujer acuda al laboratorio, luego de una prescripción médica y se haga una prueba en sangre conocida como alfa feto plus, y si resulta de alto riesgo para determinada condición es sometida a la amniocentesis, un método en el que se extrae líquido amniótico que rodea el feto para examinarlo. Pero la tasa de detección del alfa feto plus es de 67%, por lo que muchas mujeres tienen que someterse a la amniocentesis innecesariamente, según explica el especialista.

«Con la ‘early screen’ solo se realizan las amniocentesis necesarias. Ahora en lugar de 100 barrigas solo puyo 20. lo que reduce el riesgo de aborto, ya que de cada 100 embarazos se va a perder uno como consecuencia de esta prueba», dice De Lancer.

La tasa de efectividad del ‘early screen’ es de un 97%, lo que asegura que solamente las mujeres con alto riesgo de un hijo con desorden cromosómico se tenga que hacer la amniocentesis.

La ‘early screen’ se realiza entre las 11 y 14 semanas de embarazo porque «es el momento más sensible, ya que las hormonas tienen un comportamiento más característico y la translucencia nucal deja de ser tan perceptible por encima de las 14 semanas».

En detalle

La ‘early screen’ es una prueba sencilla. Se hace una punzada en el dedo índice de la madre y se colocan cinco gotas de sangre en un formulario. Se llenan los datos y el material se envía a un laboratorio de genética en Carolina del Norte, EEUU, donde se procesa la muestra y la reenvían en 72 horas.

Pero ¿Qué pasa si efectivamente existe alguna anormalidad en la criatura? En otros países, en caso de síndrome de Down y anomalías mucho más letales como la trisomía 13 y 18 está permitido el aborto terapéutico, en República Dominicana no. Pero De Lancer asegura que aunque la madre, por ley, no pueda tomar ninguna decisión al respecto está en el derecho de saber cuáles son las condiciones de su criatura.

Hasta el momento De Lancer es el único médico aprobado en el país por la Fetal Medicine Fountation, entidad reguladora de las pruebas de ‘early screen’, para realizar este estudio. La Unidad de Medicina Prenatal forma parte del Programa de Fertilización Asistida de Medicina Perinatal (PROFERT). El costo –incluye sonografía y prueba de la sangre- es de 200 dólares.

Común

De Lancer asegura que uno de cada 800 niños dominicanos padecen el síndrome de Down. Algunos de los rasgos que lo indican con el early screen son calcificación en el músculo cardíaco, intestinos más brillantes de lo normal, el ángulo más abierto que forman los huesos de las caderas, el fémur más corto y ausencia del hueso de la nariz, entre otros.

Por Patricia Crusset pcrusset@diariolibre.com