Aunque estas condiciones no requieren tratamiento, es importante estar pendiente del desarrollo, crecimiento y los pasos que da su hijo, puesto que como señalamos con anterioridad, la detección a tiempo de un problema, determina la eficacia de un correcto tratamiento.
Es vital consultar con el ortopediatra si observa que su pequeño, presenta anormalidades al gatear o cojera en niños que caminan, diferencias en el tamaño y forma entre ambos pies o piernas, cumplido los 15 meses de edad aun no camina, dolor en pies o pierna, deformidad exagerada, persistencia de las desviaciones después de los dos años y aumento progresivo de estas.
Cuando el pequeño empiece a caminar, es recomendable que use unos zapatos que le recojan el tobillo, para que el pie esté bien sujeto y no los tuerza al andar, provocando malos movimientos que desencadenarían una mala estructura ósea.