Entre los 2 y 6 años algunos niños pueden empezar a tener dificultades para hablar con fluidez y autonomía, en especial cuando inicia la construcción de oraciones. Esto se debe al desarrollo propio del lenguaje, las emociones internas y a circunstancias externas.
A continuación, te presentamos algunas señales de alerta que debes tomar en cuenta si tu hijo:
-Repite la misma palabra constantemente.
-Prolongaciones de sonido inicial, ejemplo: mmmmmamá.
-Temblor en algunos músculos alrededor de la boca.
-Dificultad para respirar mientras habla.
-Errores frecuentes del niño/a al hablar
-Antecedentes familiares
Todos tenemos un sueño: que un día nuestros hijos aprendan a hablar con eficacia y naturalidad, pero aprender a hablar implica mucho más que aprender las palabras correctas. Significa aprender a reconocer sentimientos y comprender pensamientos.
Es importante recordar que los padres juegan un papel primordial en la interacción de los hijos con el mundo. De tal manera que ante una dificultad de tartamudez, debemos brindarles todo nuestro apoyo.