La rutina es la encargada de desmotivarnos en el trabajo. Es normal que aunque el trabajo nos guste, llegue días en que no queramos levantarnos. Si esto te ocurre a ti, no dejes de leer este artículo.
Objetivos. Cada día o al final de semana ponte un objetivo en mente, eso será por lo que tendrás que trabajar y te motivará a querer terminar.
Recompensa. Prémiate con algo cuando cumplas tu meta.
Diviértete. Es trabajo pero quien dice que no puede ser divertido, puedes escuchar música motivadora o hasta escuchar un audiolibro.
Socializa. Aunque estés trabajando puedes conversar con tus compañeros sobre diversos temas no solo de trabajo, las horas pasarán más rápido.
Planifica. Haz un plan de los pasos a dar para llegar a tu objetivo y el tiempo que vas a tomarte realmente, por si duras mas no te desanimes.
Solución de problemas. En cada dificultad hay una oportunidad, aprovéchalas y no te dejes estancar.
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