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La etapa del embarazo, siendo éste un estado fisiológico especial, produce grandes cambios en la mujer tanto en el aspecto físico, químico, como psicológico. Haciéndolas más susceptibles a enfermedades como gingivitis y caries. Esto es producto del aumento sanguíneo y los cambios hormonales. La cavidad bucal no queda exenta de sufrir la influencia hormonal, pudiendo presentarse algunas alteraciones reversibles y transitorias, y otras más consideradas como patológicas.

La enfermedad de las encías conocida como Gingivitis se produce cuando la placa dental se acumula en los dientes e irrita la encía. Los síntomas incluyen encías enrojecidas, inflamadas y que sangran con facilidad.

Este tipo de trastornos son más frecuentes a partir del tercer mes de embarazo. Además, durante en los nueve meses suele haber un aumento en el consumo de azúcar, aparición de náuseas y vómitos o cambios en la composición de la saliva (se tiene un PH más ácido), que pueden causar trastornos en las encías y provocar caries.

En lo que respecta a lesiones de la mucosa bucal, el granuloma piogénico o tumor del embarazo parece ser una alteración frecuente, presentándose, según las estadísticas, en el 5% de las mujeres embarazadas. Ésta es una lesión inflamatoria benigna, suele presentarte como una masa roja, lisa, que en la boca suele originarse de la encía y menos frecuentemente en labios y la lengua.

Algunas medidas preventivas para tener una correcta higiene bucodental es el uso del cepillo después de cada comida con un cepillo de cerdas finas para no irritar las encías, utilizar dentífricos fluorados y no olvidarse de limpiar la lengua. Además, se aconseja completar la limpieza con hilo dental; su uso de manera regular ayuda a disminuir el sangrado de las encías y prevenir la gingivitis.

Prevención para una correcta higiene bucal

Es recomendable evitar el consumo de azúcar en la medida de lo posible, ya que, su alto consumo hace que la placa dental sea más agresiva y produce ácidos que atacan el esmalte y provocan caries.

Por lo tanto, coma más frutas y verduras. Ingiera el calcio necesario, que se puede encontrar en la leche, el queso, semillas secas y las hojas de las verduras verdes. Lo ideal es comenzar el embarazo con una boca sana, sin caries ni otros problemas como gingivitis, sarro, etc. Ya que estas patologías no sólo afectan a la salud de la madre, sino también a la del bebé. Es aconsejable realizar visitas periódicas al dentista, que podrá efectuar los tratamientos oportunos, detectando y previniendo cualquier alteración para que la salud bucal sea óptima.

La Alimentación en el embarazo

Tras el parto, es imprescindible acudir al odontólogo para que realice una revisión, evalúe el estado de la boca y remedie cualquier anomalía que se haya presentado a lo largo de la gestación. Pero los tratamiento que no sean de máxima urgencia deben posponerse para después del primer trimestre.

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