Cuando ellos toman un lápiz y trazan unas líneas sobre el papel y luego examinan su dibujo, ellos saben que tienen el poder de producir estas líneas y manchas de color. Esta cualidad les ofrece un potencial ilimitado para inspirarse y jugar. Deben entender que no necesitan que se les enseñe todo, sino que la creatividad es un lugar sin límites.
Los padres debemos estimular en nuestros niños esta fuente de pasión en la cual, ellos pueden explorar y crear sin miedo a fallar y con la que pueden estar seguros de que no necesitan instrucciones ni modelos. La creatividad viene de un lugar dentro de ellos mismos.
En los dibujos se ve expresada la personalidad, las seguridades e inseguridades, el estado de ánimo y los gustos de cada uno de nuestros niños. Por esta razón, muchos psicólogos y terapeutas estudian los trabajos de nuestros niños.
El trazo, las formas y los colores representan la proyección de lo que puede sentir en su interior, todo aquello que no es capaz de expresarlo verbalmente. También la posición de los personajes representados o su omisión tienen un significado.
Podemos ver la personalidad del niño, aunque está en constante evolución. Es decir, que hasta los 12 años de edad, aproximadamente, no tienen una personalidad definida.
Por: Leticia Ceballos
Artista Visual / Profesora de Arte
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