Seguro se han dado cuenta de que los niños aprenden mejor cuando se divierten; es uno de los secretos de todo buen profesor. Como padres, también tienes herramientas a tu alcance para ayudar a tus hijos a aprender conceptos interesantes, sin necesidad de simular una clase.
Viajar, es una de las actividades más divertidas y que proveen mayores oportunidades de aprendizaje, para niños y adultos. Ahora bien, no siempre se tiene la oportunidad de hacerlo, por diversas razones, sin embargo, una de las maneras más asequibles de viajar, después de leer, ¡es cocinar! Sí, a través de la preparación de una receta tenemos la oportunidad de recrear lugares, paisajes y costumbres.
Empieza por identificar con tus hijos, el país de origen de la receta que van a preparar para la cena o el plato más popular de su restaurante favorito. Puedes incentivarlos a identificar el país en un globo terráqueo o incluso, hacer que marquen en un mapa de pared, los países a los cuales ya han viajado.
Muchos niños suelen confundir el origen de los alimentos que comen, y no solo hablamos del país, también nos referimos a la procedencia base del producto (dónde se crían los pollos, los peces y tipos de agua, etc.). Leer las etiquetas de los productos para encontrar su origen o comentar las diferentes variedades de un alimento, pueden convertirse en temas de conversación amplios y mucho mas entretenidos de lo que imaginas. Te aseguro que hasta tú mismo aprenderás y ¡te sorprenderás!
A partir de la identificación del país de origen, entonces puedes mencionar características del lugar, mencionar detalles que conozcan, capital, idioma, otras recetas típicas y hasta costumbres. Por ejemplo, cuando disfrutes platillos orientales, prueba a comer con palitos, aparte de divertirse, es una excelente herramienta para afinar y desarrollar destrezas motoras.
La cultura de un país y sus habitantes se refleja en los hábitos alimenticios, así que la próxima vez que se animen a cocinar, ¡no dejes pasar la oportunidad de conocer!, ¡aprender o reforzar nuevas ideas!
Por: Sharinne Gómez Garib
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