Tips para prevenir los piojos
Tener piojos no es ningún signo de suciedad o falta de higiene. Estos molestos bichitos pueden atacar a niños de todas las edades y niveles socioeconómicos, independientemente de lo a menudo que se laven el pelo o se bañen.
De todos modos, usted puede ayudar a evitar posibles infestaciones (o reinfestaciones) de piojos en su hijo si adopta las siguientes precauciones:
- Dígale a su hijo que intente evitar el contacto cabeza-cabeza con otros niños cuando esté en su centro educativo (en el gimnasio, el patio del recreo o cuando practique algún deporte) y cuando juegue en casa con sus amigos.
- Dígale a su hijo que no comparta peines, cepillos, gorros, bufandas, pañuelos, cintas, hebillas, clips, toallas, cascos u otros artículos de uso o aseo personal con otras personas, independientemente de que tengan o no piojos.
- Dígale a su hijo que no se acueste sobre ropa de cama, almohadas ni moquetas que hayan sido utilizadas hace poco por alguien que tiene piojos.
- Examine cada tres o cuatro días a todos los miembros de la familia que hayan tenido contacto directo con personas que tienen piojos. Y trate a aquellos en quienes detecte piojos o liendres en el cuero cabelludo.
¿Se irán alguna vez los piojos?
Como muchos padres saben por experiencia propia, la infestación por piojos puede ser una molestia sumamente persistente, sobre todo en contextos grupales. Si le da la sensación de que, tras seguir todas las recomendaciones, no parece haber forma de erradicar los piojos en su hijo, esto puede deberse a que:
- Quedaron algunas liendres después del tratamiento
- Su hijo sigue estando expuesto a personas que tienen piojos
- El tratamiento que está aplicando no resulta eficaz
Es indudable que a veces es sumamente difícil librarse de los piojos. Si su hijo sigue teniendo piojos tras dos semanas de tratamiento o parece habérsele infectado el cuero cabelludo, llame al pediatra.
Independientemente de lo que dure el problema, asegúrese de hacerle hincapié en que, por mucho verguenza que pase por tener piojos, es algo que le puede pasar a cualquiera. Es importante que los niños entiendan que no han hecho nada malo y que el hecho de tener piojos no los convierte en personas sucias. Y asegúrele que, por pesado que pueda resultar el proceso de deshacerse de los piojos, habrá luz al final del túnel.
Tenga paciencia, siga al pie de la letra las instrucciones de tratamiento y las medidas preventivas que le indique el pediatra para mantener a raya a esos molestos bichitos y estará en el camino de tener una familia sin piojos.