El 1º de junio se celebra el Día Mundial de la leche: La celebración ha sido instituida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para enfocar la atención en la importancia de la producción y el consumo de un alimento nutritivo esencial para el hombre.
Para los niños no existe mejor alimento que la leche materna: La leche materna constituye, por sí sola, el mejor alimento y la mejor bebida que puede darse en forma exclusiva a un niño o una niña hasta los seis meses y con otros alimentos hasta los dos años.
Los niños desde que nacen deberán consumir leche materna, y cuando sean más grandes podrán tomar las diversas leches que están en el mercado.
¿Cómo beneficia el consumo de leche a los niños?
La leche de vaca es uno de los alimentos más nutritivos. De ahí que la pirámide de alimentación recomiende que los niños beban al menos dos vasos de leche al día. Esto se debe al rico contenido en calcio que tiene, así como de vitamina D y otros minerales fundamentales para el crecimiento de los pequeños de la casa.
Beber dos vasos de leche o tomar sus derivados puede aportar hasta el 70% del calcio que nuestro cuerpo requiere diariamente. Además, en el caso de los niños que aún están creciendo y desarrollándose, este calcio es indispensable para fortalecer sus huesos, mejorar su desarrollo psicomotor así como para reforzar su sistema inmunológico. Además, la leche también tiene un papel muy importante en la coagulación de la sangre y en la contracción de los músculos.
Una ración de leche equivale a un vaso de leche, 2 yogures o 50 gramos de queso fresco. Los quesos, cuanto más frescos están, menos grasa tienen. Por el contrario, cuanto más curado sea el queso, más calorías tiene y es menor su aporte de agua.
Como padres deberemos aportarles las raciones adecuadas de lácteos para favorecer su crecimiento de forma sana. Por eso, si vemos que nuestro hijo es «antileche» podemos dársela con algún condimento o con algún truco para que ellos se lo encuentren divertido.