Cuando la pareja empieza a discutir por cualquier situación y termina gritando es muy posible que esté peleando por otras cosas. Por lo general en estos casos hay un problema, algo que molesta del otro y, las discusiones banales son la excusa para sacarlo a relucir en medio del momento explosivo, sin encararlo con el otro.
Identifica cuales son los problemas reales que están dando lugar a estas explosiones continuas. Si siempre al dirigirte a tu pareja sacas a relucir acontecimientos que fueron molestos para ti. ¿Qué cosas él dice que le molestan de ti? Por lo general estos serían las preguntas más comunes sobre las cosas que a ambos les molesta.
Esos son los temas que hay que tienen que hablar, aunque pienses que para ello no hay solución ni remedio, sin haber iniciado a pelear en el ring de boxeo.
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Debes pensar en tus hijos
Tienes que evitar discutir delante de ellos ya que estos pueden darse cuenta que sus padres tienen varios días sin hablarse o peor aún que no se pueden ver porque andan gritando sus enfados al aire.
Hay que romper el hielo
Esto quiere decir que deben hablar y no dar lugar a que el orgullo se interponga entre ustedes. Deben analizar las cosas que les molesta a ambos y trabajar para solucionar esto.
Cuando ambos tengan claro lo que está ocurriendo, busquen soluciones para buscar soluciones. Lo importante es intercambiar opiniones y tratar de llegar a ponerle fin ese tipo de discusiones, respetar las opiniones del otro, evitar los insultos y las descalificaciones e intentar no elevar la voz ni gritar.
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Es mejor hablar fuera del entorno cotidiano, en un restaurante, donde es más fácil mantener las formas ya que esto puede fortalecer su relación a largo plazo y tener un mejor manejo a la hora de cualquier inconveniente de índole familiar o personal.
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