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A Laura Marie le brillan los ojos intensamente y se ríe cada vez que le preguntan por Sebastián. En casa no para de hablar de él, a tal punto que su padre y hermanos lo conocen muy bien sin haberlo visto. Su madre sabe muy bien de quien se trata, ve a Sebastián todos los días cuando deja a Laura en el preescolar para luego ir al trabajo. Los dos niños tienen apenas cuatro años de edad y dicen ser «novios».

Sebastián espera a Laura en la puerta y entran juntos al aula provocando la risa de sus madres que los ven con ternura. Sin embargo, ambas confiesan que no saben cómo manejar la situación. Para ellas el tema es delicado pues no saben si es mejor ignorar a los niños ante su insistente «noviazgo» o reprenderlos para que se olviden del asunto.

Al igual que las madres de Laura y Sebastián, son muchos los padres que se enfrentan al despertar amoroso precoz de sus hijos, sin saber cómo actuar. Si estás en esta situación, el siguiente artículo puede  arrojarte luz sobre el tema:

¿Se enamoran los niños pequeños?

La respuesta es un claro y rotundo SI. El amor en la niñez pasa por diferentes etapas: primero los niños se enamorarán de sus propios progenitores, es habitual que el pequeño quiera regalarle flores a mamá o que que la niña luche con mamá para lograr llamar la atención de papá.  Esto corresponde a su proceso de maduración psicológica y afectiva en el que empiezan a asumir un modelo adulto.

Este enamoramiento suele pasar rápidamente, pero es necesario que seamos respetuosos ante las formas que ellos tienen de expresarlo, claro siempre explicándole que a esta edad no va a poder ser.

El primer amor del Colegio

Cuando el niño entra al colegio amplía su círculo social primario, por lo que es natural que se sienta «atraído» por alguna compañera de clase o de juegos. No debemos reírnos de este tipo de relaciones, ni reprimirlas, es importante que sepamos escuchar sus sentimientos.

Dentro de unos años a tu hijo le será difícil recordar el nombre de su novia o amiga favorita del preescolar, pero no podrá olvidar una burla, un castigo ó el bochorno que recibió de su padre cuando le confesó que estaba enamorado de una amiguita.

Aunque parezcan muy pequeños, este es un buen momento para hablarles de los valores de la amistad, como la solidaridad, el respeto y la confianza, pues a través de este tipo de relaciones ellos aprenden a socializar.

Es bueno que los niños sepan que el noviazgo y el matrimonio son  relaciones reservadas para los mayores. Cada vez que te hable de su novia o novio, subráyale que en realidad se trata de un amiguito a quien ella ó el quiere mucho.

!Yo amo a mi maestra!

Según el psicoanalista Donald Winnicott los niños suelen enamorarse en tiempos de transformación, cuando pasan a la siguiente etapa. La primera vez que un niño se fija en un adulto lo hace porque quiere sentirse mayor.

Es natural que los niños se sientan fascinados por su maestra o maestro, de quien, por lo regular, reciben un trato especial, sobre todo en los primeros años de la escolaridad. Para ellos el maestro lo sabe todo y se convierte en el primer modelo a seguir fuera del hogar.

Si la situación se prolonga por mucho tiempo es necesario que le expliques a tu hijo la diferencia entre la admiración, la empatía y el amor. Los niños suelen confundir estos sentimientos y creen amar a las personas que los hacen sentir especiales o hacia quienes sienten admiración.

En todo caso, los niños deben tener claro cual es la manera correcta de expresar esta admiración y mantener una distancia prudente hacia cualquier adulto. Debes buscar ayuda profesional si crees que una simple conversación no es suficiente para que ellos comprendan que este amor no puede ser ó si este sentimiento puede afectar su rendimiento escolar.

El enamoramiento hacia los maestros es tan inocente que suele terminar cuando ellos reciben el primer castigo por parte de los docentes.

El ridículo y el amor

En la preadolescencia suelen desaparecer las amistades y el contacto regular con el sexo opuesto. Los niños niegan rotundamente sentirse atraídos por esa amiguita que les roba el sueño, ocultan cualquier sentimiento por temor a ser rechazados o que los demás se enteren. Las niñas suelen se mas abiertas para confiarle a sus madres su atracción, pero ven a los niños de su edad como inmaduros, por lo que suelen fijarse en adolescente o jóvenes mayores.

Bajo ninguna circunstancia debemos ser intolerantes hacia este tipo de enamoramiento que también es normal y pasajero. En esta etapa ellos tienen el sentido del ridículo muy desarrollado, por lo que ante cualquier burla pueden buscar refugio en otras personas fuera del núcleo familiar.

En la medida que ellos confíen en nosotros tendremos la posibilidad de orientarles mejor, ayudarlos a expresar sus sentimientos de forma sana y enfocar su atención hacia los intereses propios de su edad.