Enojarse es una forma normal en que tu hijo se expresa y ayudarlo a calmarse es una de las tareas más complicadas que puedes tener en la crianza, cuando quieren o necesitan algo y no saben cómo obtenerlos por si solos, ahí empieza todo.
Cuando tu hijo es bebé es más fácil calmarlo ya que las razones de su enojo son pocas, con cambiarlo de habitación o mostrarle juguetes acaba, pero cuando tu niño va creciendo no son tan sencillas las soluciones, por esto deben ir trabajando en buscar la causa y aprender a calmarse.
1. Tiempo con tu hijo. Tómense su tiempo para salir a dar un paseo, jugar juntos. Es necesario que tu hijo sienta que quieres estar con él, este tiempo lo ayudará a relajarse.
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2. Abrázalo. Para ellos es importante sentirse seguros y amados, estar en tus brazos es lo que simplemente necesita, si tu niño ya está creciendo y no le agradan mucho los abrazos ponle suavemente la mano en su hombro o espalda.
3. Comunicación de forma efectiva. Si tu niño no puede expresarse de buena forma, hazle preguntas para así ver cuál es su necesidad. Una forma más divertida es utilizando imágenes para ver cuál es su estado de ánimo.
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4. Expresarse verbalmente. Enséñalos a expresarse verbalmente pero la base de esto es escucharlos y demostrarles que entiendes su punto de vista.
5. Habilidades para resolver problemas. Plantéense estas preguntas (Cuando ocurre, por qué, dónde) y luego busquen las posibles soluciones.
6. Liberar la tensión. Sugiere cosas como un deporte, un saco de boxeo, escuchar música relajante, tocar algún instrumento.
7. Qué ve tu hijo? Estás al tanto de lo que tu hijo ve en la computadora, en la tv o los comportamientos de sus amigos.
8. Enséñalo a escuchar. Anima a tu hijo a que escuche a los demás y vea como se sienten con la actitud de él.
9. Espera que este calmado para volver con la conversación sobre su rabieta.
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