A veces puede ocurrir que tienes que disciplinar a tu hijo pero no quieres castigarlo y luego darle alguna recompensa.
En este artículo te mostraremos algunas estrategias que puedes utilizar para disciplinar a tu hijo de manera positiva.
1. Conoce sus necesidades. Si tu hijo está enojado hará rabietas ya que es la manera que conoce para expresar sus sentimientos, por eso debes conocer sus sentimientos y necesidades, escuchándolo y prestándole atención, ya que él tiene la necesidad de sentirse conectado contigo.
2. Organizar de su medio ambiente. Ya que tu objetivo no es controlar a tu hijo, ¿Qué debes controlar? Su entorno y la situación. Con esto te sugerimos que elijas tú los juguetes, las comidas, las actividades pero dale muchas opciones para que él decida cual prefiere. Crea rutinas seguras, para la hora de comer, el baño, la hora de dormir, así él sabrá que esperar.
3. Distráelo. Si no quiere ir a la cama, conviértelo en algo divertido, crea una historia y dile que los dos volarán como dragones a la guarida secreta. En caso de que estén en el consultorio del médico y ya se está comenzando a estresar, cuéntale una historia donde él sea el protagonista o jueguen hasta piedra, papel o tijera. Si tu niño está caminando hacia un toma corriente, llámalo diciéndole algo como «Eso no es seguro bebé, puede hacerte daño” y entusiásmalo mostrándole un juguete.
4. Estabilidad. No cambies las rutinas por tu estado de ánimo, esto le daría mensajes equivocados a tu hijo y no sabrá que esperar o cómo comportarse.
5. Edúcalo. Dile a tu hijo lo que quieres que el haga, no lo que no quieres. Si está corriendo no le digas “Deja de correr”, dile “Camina por favor”; En lugar de decirle “No le pegues a tu hermano”; mejor dile “Espero que cuando estés enojado con tu hermano, utilices palabras”.
6. Crea un vínculo. Si tu hijo se siente totalmente conectado contigo se comportará y se sentirá mucho mejor. Para crear este vínculo con él lo más sencillo y más beneficioso es jugar juntos.
7. Ignora. Si tu hijo se está comportando mal (lloriquea, esta de mal humor) pero no está siendo cruel, peligroso o hace daño a los demás, lo mejor es ignorarlo de vez en cuando.
8. Observa comportamientos positivos. Dile cosas como “Me gustó que pusieras tu abrigo en su lugar”, lo más probable es que ahora irá a recoger sus zapatos.
9. Tiempo fuera para tu hijo o para ti mismo. A veces el comportamiento de tu niño es tan malo que sientes que vas a explotar. En casos como este solo hay 2 soluciones positivas: A) Tomar un tiempo fuera para ti mismo lejos de la escena. B) Darle un tiempo a solas a tu hijo, alejándolo de la situación.
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