En la vida, aunque todos queremos que nuestros hijos sean triunfadores, sabemos que no siempre se puede ganar. De hecho, son frecuentes las derrotas en el camino hacia la victoria.
¿Cómo enseñar a tus hijos la importante lección de aprender de los fracasos para lograr ganar más adelante?
Practica. Nuestra primera inclinación es protegerlos de todo tipo de malestar. Obviamente, fortalecemos su auto estima diciéndoles que son los mejores, los más bonitos, etc.Sin embargo, una de las cosas más útiles que podemos hacer por ellos es dejarlos equivocarse y enfrentar las consecuencias de sus errores.Dentro de un marco razonable, trata de proveerle a tu hijo oportunidades de probar cosas que no son fáciles de cumplir exitosamente.
Toma el tiempo necesario. El ritmo de vida debe enseñar a tu hijo que las cosas no pasan automáticamente, ni al vapor. Para hacer algo bien, se necesita tiempo.Es importante que, como familia, se valore el tiempo invertido para lograr alguna meta.
Traza metas. Siéntate con tu hijo a planear cómo llegar a cumplir alguna meta. Puede ser una meta económica, deportiva o académica.
Maneja la derrota. Cuando tu hijo empiece a hacer algo y no salga como él quisiera, debes estar presente para ayudarle a tomar la perspectiva apropiada. “Vuelve a tratar, hijo. Lo puedes mejorar.
Enseña la perseverancia. No aceptes que tu hijo deje las cosas después del primer intento. Si empieza a hacer algo, que lo termine, o por lo menos que invierta dos o tres intentos antes de darse por vencido.
Pon el ejemplo. Tú debes modelar una actitud de triunfador, dejando que tus hijos te vean luchar por cumplir tus metas.Admite tus errores y acepta tus fracasos abiertamente, para que tu hijo vea que no pasa nada.
Premia la perseverancia y el esfuerzo. Los juegos de mesa y otras actividades de convivencia familiar representan oportunidades para practicar la experiencia de perder o ganar. Ayúdale a aprender a jugar bien para que gane merecidamente por su perseverancia y esfuerzo constante arriba de las victorias fugaces.