Un destello de color en las mejillas, mentón y frente hace ver el rostro femenino más candoroso, elegante e incluso saludable. Cuando el rubor, blush o colorete esta bien aplicado es un detalle discreto, que como la sal en la comida, acentúa todos los elementos del maquillaje y los hace armónicos.
Sin embargo, este mágico toque de belleza, aplicado en exceso hace que la mujer más delicada luzca como un payaso, la perversa bruja de un cuento infantil o una estridente chica coqueta de los 70. De ahí que, si el rubor no va a sumar nada positivo a tu maquillaje, es mejor que no te lo apliques, aunque, siguiendo con el ejemplo culinario, una pizca de sal puede ser la diferencia entre una comida exquisita y otra buena, pero insípida.
Buscando el rubor adecuado
El rubor debe combinar con tu color de piel. Para las tonalidades de piel amarillenta son convenientes los coloretes naranja. Para las rojizas o sonrojadas, se recomienda el rosado o rojo vino. El rubor que acentúa las pieles aceitunadas es el cobrizo y dorados, mientras que las pieles que tienen una tonalidad morada les va bien la escala de colores broncínea, también la dorada.
El rubor debe combinar con el resto del maquillaje. Este es un punto en el que nos perdemos la mayoría de las mujeres: al igual que la ropa, el diseño, combinación de colores y tonalidades debe formar parte de un concepto que se decide antes de maquillarse. El rubor es un acento que marca la unidad del pintalabios, la base, los polvos, el delineador, las mascara de pestañas y las sombras
Un rubor para cada piel. De acuerdo al tipo de piel, elije la presentación que más te convenga.
Rubor en Crema: recomendado para pieles secas por sus efectos hidratantes.
Rubor Liquido: es el de la pieles grasa, se absorbe rápido y evita el brillo tan característico de este tipo de cutis.
Rubor en polvo: se puede aplicar casi a todo tipo de piel, es más fácil de conseguir en el mercado y viene en una mayor variedad de colores. Pero ojo, si sobrepasas los 40 este presentación no es recomendable para ti, pues el polvo tiende a acumularse en los pliegues de la piel.
Como me lo aplico.
Según nos explica Priscila Najri, distribuidora exclusiva en el país de la línea de maquillaje Trucco de Sebastián, el rubor hace una ligera curva sobre los pómulos y la parte superior de la mejilla más cercana a la nariz. En ningún momento llega a la comisura de los labios, ni cubre toda la mejilla como muchas creen.
Para una buena terminación es necesario tener un pincel o broca de calidad y del tamaño adecuado.
No exageres con la cantidad, recuerda que es un toque de color, el rubor no debe competir con los polvos por un espacio en tu rostro.
Te recomendamos
TRUCCO DUO BLUSH : Para un resplandor fresco en las mejillas, el rubor de Trucco lo aportan los coloretes que vienen en dúo, para efecto mate o perlado. Uno es «Tinkled Pink» y el otro «Darling Peach».
TRUCCO ONE BLUSH: Decora las mejillas con colores que añaden un toque de frescura o un resplandor seductor. Utilizando la brocha adecuada pasa suavemente sobre el área superior de los pómulos y crea así un look natural o para contornear por debajo de los pómulos.
TRUCCO TRIO BLUSH: Rubor compacto que emplea tres armoniosas tonalidades que pueden utilizarse por separado para enfatizar el área de la mejilla y lograr contorno e iluminación, o mezcladas para darle un suave acento.