Todo ser humano tiene momentos en que sueña con ser o lograr algo en la vida; específicamente en etapas de la niñez y a medida que va madurando y creciendo esos sueños pueden ir cambiando. Los sueños se convierten en metas cuando se le ponen fecha, cuando hay un plan de acción e iniciativa y rutina para lograrse. A medida que las personas asumen responsabilidades de trabajo, hogar, hijos y parejas; se podría decir que lograr metas específicas podría dificultarse.
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La recomendación a los padres de la actualidad es poner prioridades en sus vidas, enfocarse en dos o tres aspectos por momento y ponerla fecha y horario a su tiempo. Es decir, tiempo de familia, de juego, de estudio, de trabajo y de salidas con amigos. Es difícil balancear entre el trabajo, el ocio, la recreación, crecimiento profesional y las responsabilidades diarias, por esta razón, el sacar un tiempo determinado para cada área y priorizar con los aspectos más importante; puede ayudar a los padres cumplir con sus responsabilidades y a la vez cuidar de sí mismo.
Cada año las personas pueden sentarse y priorizar algún aspecto personal que quieren mejorar. En cada área puede pautarse algo en particular y hacer un plan de acción en relación a lo que se quiere lograr. Una lista que un padre podría utilizar y revisar anualmente sería la siguiente: familia, recreación, trabajo, social y personal.
En ocasiones podemos ponerle más empeño a un trabajo, porque implica un momento de crecimiento en el mismo. En otro momento de la vida puede ser que la prioridad sea los hijos, porque están en edades de mucha necesidad de atención, de seguimiento y en crecimiento. En otro momento, puede ser enfocarse en su crecimiento profesional. No es necesario lograr todo en un mismo tiempo, sino ponerle fecha a las cosas y cada año revisar en que se quiere o se debe enfocar. Las metas se logran con empeño, disciplina y rutina, pero es importante reconocer que el apoyo de las personas alrededor también es muy necesario para poder alcanzar los objetivos.
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En ocasiones una persona puede querer lograr alguna meta, pero por la realidad del momento o la falta de tiempo, economía o apoyo; no se puede poner en acción. En ese caso, se plantea un punto de partida para iniciar y se utiliza el tiempo actual para poner en orden los medios necesarios. Algunas metas también en el transcurso de la vida van cambiando o perdiendo sentido, lo importante es siempre tener algo que se quiere alcanzar o mejorar. Tener metas nos brinda un sentido, una dirección y un camino en la vida.
Liza Rivas, M.Psic., M. Ed.
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