Las emociones son complicadas. Hay cientos de emociones que un ser humano puede sentirse, pero los científicos clasificaron en seis básicas: alegría, tristeza, miedo, repugnancia, ira y sorpresa. Es importante saber qué emociones sientes, por tanto saber qué hacer con ellas.
Saber cuando eres emocional
Tan pronto como una emoción aparezca, reconoce lo que sientes. Si experimenta un arrebato emocional o un gran oleaje de emociones negativas, intenta y analiza lo que hizo que te sintieras así.
Maneja tus emociones
Aprende a esperar reacciones negativas o emociones siendo consciente de lo que te ha hecho estallar. Toma notas de las veces que te has enojado en el día de que te hizo enojar y cuando lo sentiste. Debes der capaz de entender tus propias emociones es la mejor forma de aprender a manejar esos arrebatos antes de que sucedan.
Mira las cosas de otra forma
Asumir otra perspectiva de las situaciones que ocurren a tu alrededor te ayudaran a manejarte en medio de esas difíciles situaciones. Piensa en cosas positivas a fin de lograr un equilibrio en como se manifiestan tus emociones .Concentrarte en observar cada respiro que das esto ayuda a tranquilizarte y a asumir otra respuestas a tus emociones.
Tomar un paseo mental
Cuando no puedas tomar una decisión ante algo, todavía puedes tomar un paseo mental a un lugar seguro. Cierra tus ojos y respira. El reconocer el hecho que ocasionó esto en ti, ayudará a calmarte. Piensa con cuidado antes de hacer o decir algo.
Se responsable de tus emociones
Un error común es tratar de culpar a otro por la falta que cometiste al no controlar adecuadamente tus emociones. “¡Fue su culpa por eso exploté con él!”
Cuando tratas de culpar a otra persona, solo estás haciendo evidente que no asumes responsabilidades de tus emociones. Si asumes responsabilidad esto te ayudará a controlar y prevenir esos arrebatos emocionales.
No reacciones: No respondas
Las reacciones son conducidas por emociones mientras las respuestas son acciones intencionales.
Prevenir los arrebatos emocionales es la mejor cura y como cualquier otra habilidad esto conlleva práctica. Lleva tiempo y esfuerzo convertirlo en un buen hábito. Puede ser una tarea difícil, sobre todo para alguien que está acostumbrado a reprimir emociones o a sacar esto en otros. Los resultados, sin embargo, valen la pena.