¿Cómo dividir el espacio en una habitación compartida por hermanos? Es una de las preguntas más frecuentes que escucho de las madres, y es que esta es una realidad que vivimos la mayoría de las familias que tenemos dos, tres o más hijos. Un tema con tantas vertientes como posibilidades de combinación de cantidades, edades y sexos pueda usted imaginar: tres niños, adolescentes y pre- escolares, niño y niña, hermanito mayor y un nuevo bebé,…
Lo primero que debe entender sobre compartir espacios es que cuando se ponen dos o más personalidades juntas en un ambiente cerrado, se debe balancear la necesidad de cada niño por su propio espacio y privacidad. Los más pequeñitos son reacios a compartir, y los mayorcitos se niegan a prestar “sus cosas” a sus hermanos menores. Así, las relaciones entre los hermanos fluctúan entre la dulce armonía y la guerra, y a veces necesitan de momentos a solas, independientemente de cómo se sientan acerca de sus hermanos o hermanas.
Cuando la única opción es compartir, una planeación inteligente y un poco de creatividad facilitan el proyecto. Concéntrese en dos puntos: 1-) ¿Cómo brindar un poco de privacidad a cada uno?, y 2-) ¿Cómo delimitar cuál espacio pertenece a quién.?
Lo primero que debe hacer es dividir la habitación en zonas, que incluya un espacio para cada uno (su cama y sus pertenencias) y un espacio para compartir (Ej. un área de juegos o de ver TV). En la medida de lo posible, trate de inclinarse por muebles en colores claros que le darán más sensación de amplitud y claridad a la habitación.
Las literas son una buena opción a la hora de ahorrar espacio y de dar algo de intimidad a cada uno de sus ocupantes. Si va a usar camas separadas entonces trate de acomodarlas de manera que sus hijos no se vean frente a frente. Puede colocarlas de espaldas o una al lado de la otra, separándolas por medio de divisores como cortinas que puedan cubrirse y descubrirse, un escritorio con dos sillas, dos escritorios uno contra otro, una mesita de noche y hasta un armario (puede aprovechar la parte de atrás de este para colocar un mural con fotos o dibujos de sus hijos)
Pregúntele a estos acerca de sus colores y motivos favoritos. Si no están de acuerdo en los mismos, entonces utilice un color neutral para las paredes de la habitación y asegúrese de incluir el color favorito de cada cual en su ropa de cama, cojines o accesorios. Si opta por literas o camarotes puede pintar las paredes en dos colores horizontalmente; el color de arriba será el favorito del dueño de la cama superior, y el de abajo el favorito del ocupante de la cama inferior, así cada cual sentirá que tiene su espacio personalizado.
Si tiene dos camas del mismo modelo puede pintar cada una de un color y tendrá un efecto distintivo, pero armonioso. No tenga miedo de mezclar colores, es una habitación de niños, y el resultado será tan alegre como sus personalidades. Abra su mente a nuevos esquemas de colores y se sorprenderá con el resultado.
Los niños son especialistas en coleccionar o guardar cosas materialmente insignificantes, pero que para ellos constituyen sus tesoros. Proporcióneles canastos, cubos, o cajas donde puedan guardar todas sus pertenencias. Utilice colores, materiales o formas distintas para cada uno de sus hijos, de manera que quede claro a quién pertenece cada una.
La vida con chicos compartiendo una habitación no siempre es fácil. Sin embargo, las experiencias de negociación que se desarrollan del compartir dormitorio les servirán para toda la vida. Estas habilidades aprendidas los prepararán para manejarse en un futuro con sus compañeros de cuarto universitario, en sus matrimonios o con sus colegas en la oficina.