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El arroz es muy importante en la alimentación de los niños, su consumo es necesario y útil en todas las edades. Ingerir arroz de modo frecuente, por lo menos de tres a cuatro veces por semana, permite un adecuado y correcto desarrollo del organismo.

Este cereal tiene un alto contenido de proteínas aproximadamente un 7% de su contenido total y contiene apreciables cantidades de tiamina o vitamina B1, riboflavina o vitamina B2 y niacina o vitamina B3, así como fósforo y potasio.

Al momento de su cocción es recomendable no agregarle ningún tipo de grasa o aceites, puesto que este delicioso cereal es bajo en grasas y no tiene colesterol. Es rico en hidratos de carbono complejos, que se digieren lentamente, proporcionando un nivel constante de glucosa al organismo.

Proporciona todos los aminoácidos esenciales y es rico en ácido fólico, calcio, hierro, vitamina E, contiene fósforo que favorece el desarrollo del cerebro y potasio que relaja los músculos y el sistema nervioso.

Al digerirse el arroz se convierten en glucosa, nutrimento que alimenta al cerebro y cada célula del cuerpo para que funcionen adecuadamente y tengan energía. Dado que para ingerirlo hay que masticarlo por su tipo de textura, que aunque suave, es consistente, esto favorece la irrigación sanguínea de la boca, lo que ayuda a que los niños tengan un correcto desarrollo de sus dientes y encías.

Diversos estudios han comprobado que su consumo ayuda a controlar y prevenir enfermedades como gastritis, diarreas, estreñimiento, entre otras. Cabe aclarar que si su hijo sufre alguna de estas afecciones, las propiedades de este valioso cereal no sustituyen el tratamiento médico indicado y diagnosticado.

Otra excelente característica de este cereal, es su fácil cocción y que puede prepararse de diversas formas, para satisfacer el gusto y paladar de todos en la familia.

En cualquiera de sus presentaciones es delicioso: blanco, acompañados de legumbres, teles como lentejas, garbanzos, habichuelas, gandules, habas, preparado en ensaladas, con vegetales, carnes, en sopas y hasta postres, como el delicioso arroz con leche.

Por: Dra. Kenia Díaz Solano
Pediatra-Nutrióloga