Desde el embarazo, muchas madres comienzan a mostrar interés por su alimentación porque saben que ésta influye en el crecimiento y desarrollo de sus bebés. Consultan a sus médicos para que evalúe su estado nutricional y buscan información adicional para saber cómo tener un amplio y variado aporte de nutrientes. Otras saben que su déficit nutricional puede afectar el proceso de embarazo y/o del parto y hacen lo posible por comer bien.
El momento de la lactancia materna representa el primer medio para el intercambio de emociones y sentimientos; esta acción estrecha los lazos afectivos y de apego entre madre e hijo, en el contexto de dar y recibir alimentos. La lactancia es el mejor alimento que las madres pueden dar a sus hijos en los primeros meses de vida, porque está compuesta de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) esenciales que cubrirán la mayoría de las necesidades nutricionales de los bebés.
El hecho de que los hijos vayan creciendo no reduce el interés de las madres en que tengan una adecuada alimentación y eso lo demuestran al darle las comidas, enseñándolos a comer solos o incluso llamándolos cuando son adultos para preguntar si comieron, o recordarles que deben comer. En éste sentido, la alimentación se mantiene como un recurso de protección, prevención y muestra de amor.
Los hijos también muestran sus sentimientos a sus madres con elementos que están relacionados con la alimentación. No es casualidad que se haya establecido como parte de los regalos a las madres, dentro y fuera de fechas especiales, artículos de cocina como estufas, neveras, hornos de microondas, vajillas y diversos utensilios, además ordenes de compras en supermercados. Las comidas especiales por el día de las madres siempre están presentes, ya sea en la casa o en algún restaurante, como una forma de interacción social para el intercambio afectivo. Y es que los hijos, y demás miembros de la familia, saben que el tema de la alimentación es importante para las madres.
De igual forma sucede con la industria de los alimentos que cambian la presentación o el contenido de varios productos para que sean especiales para las madres. Los supermercados y restaurantes también participan en la dinámica de combinar la alimentación con las muestras de amor hacia las madres, ofreciendo ofertas y promociones que están dirigidas a ellas o a beneficiarlas.
Recomendaciones:
La alimentación siempre será parte de la interacción social, especialmente cuando hayan afectos y emociones de por medio. Lo importante es recordar que independientemente de quien la ofrezca o quien la reciba, debe ser con el objetivo principal de nutrir al organismo para su adecuado funcionamiento; además, debe ser variada y de acuerdo a las necesidades individuales aunque se comparta en grupo.
La comida para las madres siempre representará un medio de expresión emocional para con sus hijos, no importa que sean niños o adultos.
Escrito por: Cesarina Minier, Psicóloga clínica y Nutricionista.
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