El apetito emocional es cuando no sientes hambre física sino más bien hambre por alguna emoción puede ser estrés, ansiedad, felicidad. Un ejemplo de esto es que estés en el trabajo y tienes que entregar un reposte, te sientas a realizarlo mientras te comes un paquete de galletas luego de un rato te das que te haz comido todas las galletas.
Los problemas empiezan cuando no sabemos diferenciar entre comer con la cabeza y comer con el corazón.
Comer con la cabeza es cuando comemos a las horas establecidas, pensando en nuestra salud.
Comer con el corazón es cuando queremos combatir disgustos, ansiedad o vacío emocional, en la mayoría de los casos es con cosas no saludable.
¿Por qué ocurre el apetito emocional?
No identificamos lo que necesita nuestro cuerpo y mente para sentirnos bien.
Creemos que cuidarnos es en vano.
Por un descanso insuficiente.
Necesitamos una distracción.
¿Cómo identifico el apetito emocional?
Tienes un antojo de algo en específico.
Comes muy rápido sin saber a qué sabe tu comida.
Tienes deseos de comer si estas triste, solo, cansado, aburrido…
Sientes hambre de golpe.
Continúas comiendo aun estando satisfecho.
Te recomendamos leer: Reduce el estrés con estas meriendas
¿Cómo supero el apetito emocional?
Antes que nada debes conocer lo que te está diciendo tu cuerpo, qué sentimientos tenías antes de tener hambre emocional y/o qué estaba haciendo, también debes identificar cómo te sientes luego de comer.
*Realiza actividades de ocio, deportivas y/o que ayuden a relajarte.
*Establece límites para saber cuándo decir que no en las comidas.
*Sí sientes que tendrás hambre emocional, te recomendamos que des una caminata para despejar y calmar tu mente.
*Cambia un antojo por una fruta o un jugo natural.
*Sí te sientes muy estresado y ansioso, llama a alguna persona para que conversen y puedas compartir tus emociones.
*Conoce tu cuerpo para que sepas que verdaderamente te pide.
Artículos relacionados: