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3:00PM –
Es momento de apagar el televisor, hay que hacer tareas!!-

  1. Noo no, espera que se acaben los muñequitos!!, después de la merienda hago las tareas.
  2. -Si no te levantas ahora, llamare a tu madre para decirle que no deseas hacer tareas.
  3. Nooo, noo, yo me paro, no la llames! Yo  hago la tarea cuando se acabe este episodio.

Esta situación es constante en muchos hogares del país donde, con los padres  fuera de casa la mayor parte del día, muchos niños carecen de supervisión adecuada para realizar las asignaciones escolares en una época en que la carga curricular a veces puede resultar excesiva.

Trayendo por consecuencia que el tiempo de hacer  las tareas, se convierta en una  camisa de fuerza, una perdida de tiempo o un vencer al televisor.

Por tal realidad en nuestro país, al igual que el resto del mundo, las salas de tareas se han convertido en la institución donde por excelencia, el estudiante recibe de sus supervisoras la guía que, por falta de tiempo o conocimiento, sus padres no pueden darle.

Sin embargo, “inscribir a los niños en una sala de tareas, bajo ningún concepto,  no debe desvincular a los padres de su responsabilidad de velar por la educación de sus hijos”, así lo indica la psicóloga Vivian Fernández.

Fernández, apunta que los padres deben involucrarse con los responsables de la sala de tareas para indagar acerca del desempeño de sus hijos y revisar  las tareas.

Es responsabilidad cuasi total de los padres, lograr que los niños en la casa, desarrollen  hábitos que favorezcan su proceso de socialización y su capacidad de vivir y crecer felices y exitosos.

Realizar los deberes escolares con éxito, ejecutándolos en el momento preciso, sin intervención de un adulto, solo bajo supervisión, es la meta ideal que deben plantearse y lograr los padres en sus hijos.

Además, expresa la psicóloga “las salas de tareas y tutorías, deben trabajar en Pro de lograr crear hábitos de estudios en los niños, que estos aprendan a organizarse para trabajar de forma independientes, no que por asistir a ellas no esperen a realizar sus deberes solo bajo supervisión”.

La especialista recomienda crear en la casa un espacio físico adecuado para que los niños puedan estudiar y así aplicar en el hogar las destrezas de estudio  aprendidas en el colegio y la sala de tareas.