La producción de leche depende principalmente de la oferta y la demanda, es decir, cuanto más amamanta tu bebé más leche produces. Por eso, es muy importante amamantar a demanda (cuando tu bebé te lo pida) y no controlar las tomas siguiendo un reloj.
Sin embargo, hay otras causas que pueden afectar la producción de leche: uso de chupetes, biberones, pezoneras, ciertos medicamentos, alcohol, tabaco y anquiloglosia, entre otras.
¿Cuándo se debe sospechar que la producción de leche es insuficiente?
Un verdadero suministro insuficiente de leche se produce en raras ocasiones. Hay formas de saber si tu bebé está recibiendo leche suficiente pero las principales causas de baja producción de leche son las siguientes:
La causa más importante de una baja producción de leche es un mal agarre y mala posición.
Los síntomas más comunes son que el bebé:
Quiere mamar con más frecuencia de 2 horas.
Quiere mamar por más de menos de 5 minutos o más de 40 minutos.
Está generalmente intranquilo.
Los signos más comunes son:
Poco aumento de peso: La mayoría de los niños recuperan su peso al nacer en las 2 semanas después del nacimiento. Aunque si has tenido muchos sueros durante el parto puede que tu bebé tarde hasta 3 semanas en recuperar su peso.
Baja producción de orina: menos de seis veces en 24 horas, especialmente si la orina es de color amarillo oscuro.
También se sospecha que hay una baja producción de leche si hay:
El uso de alimentos complementarios ya que hacen que el bebé succione menos leche materna por lo que ésta se produce cada vez en menos cantidad.
El uso de un chupete.
El uso de una pezonera.
El exceso de alimentos sólidos, demasiado pronto.
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