Los juegos ayudan a potenciar la memoria y la inteligencia de los niños. Estamos muy acostumbrados hoy a utilizar juegos electrónicos, computadoras, juegos de mesa… pero sigue habiendo muchos juegos de toda la vida, con los que ayudamos a nuestros hijos a potenciar sus habilidades intelectuales y con los que podemos compartir buenos momentos con ellos. 

1. Los trabalenguas: estos juegos de palabras son una estupenda forma de ayudar a los hijos a potenciar la memoria auditiva. Los padres leen o recitan en voz alta un trabalenguas a los pequeños, que estos deben repetir. Se puede comenzar por recitar algunos más breves y alargarlos a medida que los niños son más mayores.

2. Palabras encadenadas: un juego de los de siempre. Uno empieza diciendo una palabra y el siguiente debe decir otra que empiece por la última sílaba del anterior. Les ayuda a aprender vocabulario, a concentrarse y además la pasan bien. 

3. Reconocer canciones: si a tus hijos les gusta oír música, un ejercicio muy bueno es jugar a ver quien reconoce antes la canción. Puedes complicarlo intentando averiguar el título, el cantante… o simplificarlo si son más pequeños y bastaría con tararearlas.  

4. Repetición de series de números-letras: los niños y los padres, deben repetir series de números y letras que estén escritos y luego sin mirarlos. Al principio, para animarles, conviene retarles a ver quien repite la serie más larga, o si son más mayores a ver quien la repite al revés, etc. 

5. El ahorcado: otro juego de toda la vida, que además de facilitarles el aprendizaje de vocabulario, les sirve para potenciar la capacidad de razonamiento. 

6. Descubre al animal: uno piensa en una animal, y los otros deberán descubrir qué animal es haciéndole preguntas a las cuales solo podrá responder con “sí” o “no”. Lo mismo se puede hacer para descubrir a un personaje, una profesión, un invento, un medio de transporte… 

7. Descubre la regla: similar al anterior pero más complejo. Alguien piensa en una serie de países, ej.: países de que comiencen por vocal; sin decirlo, los demás deben adivinar la regla diciendo países y el que ha pensado, contestando “si” (si la cumplen) o “no” (si no la cumplen). El objetivo es que adivinen el código o regla que ha pensado, potenciando su capacidad de razonamiento. Se puede hacer con muchas cosas distintas, y podéis ir rotando.

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