Algo muy común en los niños es el miedo a las agujas, debemos trabajar en ese miedo desde pequeños para que de adultos no continúen con ella. Aquí te damos una serie de recomendaciones para este momento.
*No amenaces a tus hijos con las inyecciones, y que ninguna otra persona lo haga.
*Dile la verdad, si van al médico y te pregunta si lo van a inyectar, aunque vaya a hacer una rabieta dile que sí. En caso de no saber si lo harán dile que tendrán que preguntarle al médico.
*Adviértele preferiblemente el mismo día que irán al médico así no crearás una ansiedad mayor.
*Cuéntale el porqué de las inyecciones, sus beneficios.
*Una idea muy útil es que practiquen en casa el procedimiento que se hará con un muñeco.
*Mientras lo están inyectando trata de distraerlo con algún juguete, cantar o conversen sobre algo que sea de interés para él.
*Sé su ejemplo, si un día debes ir a inyectarte lleva a tu hijo y demuéstrale que eso no es nada.
*No menosprecies su dolor, tampoco lo compares o lo avergüences delante de los demás.
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