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Los niños no nacen con los hábitos de estudio necesarios para tener éxito en el colegio. Al contrario, tienen que aprenderlos. Frecuentemente los niños comienzan la escolarización sin las habilidades necesarias para que les vaya bien.

He aquí algunos consejos que los padres podemos seguir para preparar a nuestros niños para desarrollar y mejorar sus hábitos de estudio:

Comienza temprano. Las habilidades para leer son muy importantes para tener éxito en sus estudios. Lee a tus hijos todo lo que puedas -todos los días si es posible – les ayuda a desarrollar amor por la lectura. Se un buen ejemplo y lee frecuentemente para que él lo vea.

Motiva la curiosidad natural del niño. Podemos hacer esto hablando con los niños, escuchándoles, respondiendo a sus preguntas. Trata de exponer al niño a diferentes experiencias que le estimulen.

Establece un horario. Decide con ellos la hora en que se hacen los deberes. Es importante que los niños participen en la elaboración del horario. Ellos necesitan saber que pueden decidir sobre sus estudios. Una vez que el horario sea escogido, ¡mantenlo! Si el niño no tiene deberes algún día, que utiliza el tiempo para leer o trabajar en proyectos a largo plazo. Es también muy importante que se acostumbren a estudiar todos los días.

Ofrécele una zona tranquila y cómoda para estudiar. Procura que estudie en el mismo lugar todos los días. También asegúrate de que tienen el material necesarios (papel, lápices, etc..) Escoge una habitación o lugar en casa en donde no haya muchas distracciones.

Ayúdale a organizarse. Ayúdale a crear un buen plan de trabajo y ponlo en un lugar donde los dos lo podáis consultar fácilmente (Por ejemplo en la nevera). Al apuntar que ejercicios tiene y cuando los tiene que entregar se irá acostumbrando a seguir un plan establecido, que le permitirá disfrutar del tiempo restante. Esto se puede conseguir mediante un calendario escolar o bien con una simple agenda. 

Ofrécele ayuda. Debes estar atento y  responder cualquier pregunta que tenga. Trata de darle información sin hacerle los deberes. Al dialogar y hacer preguntas sobre los deberes, le puedes ayudar a reflexionar a fondo y dividir los pasos requeridos de manera que pueda completarlos a tiempo.

Deja que se responsabilice de sus deberes. No puedes obligar a un niño a que estudie. Los niños tienen que aprender que ellos son responsables de sus estudios y sus deberes. Concédeles más responsabilidad cada año, en el momento de establecer el horario para sus deberes. Déjales sufrir las consecuencias, si por ejemplo, no entregan un trabajo a tiempo. Tu papel es enseñarles responsabilidad, motivarles y apoyarles.

Debes estar alerta a las señales de frustración. Si su niño demuestra señas de frustración, permítele que se tome un descanso. Anímalo y hazle saber que tienes plena confianza en su capacidad para completar su trabajo.

No dejes de elogiarlo. Las personas de todas las edades responden muy bien al estimulo positivo, los elogios. Y los niños necesitan palabras de aliento de las personas cuyas opiniones cuentan más – sus familias. «¡Muy buen borrador para tu redacción!» o «Has hecho muy buen trabajo» son palabras que traerán gratos resultados.

A medida que los niños van adquiriendo buenos hábitos de estudio, desarrollarán la autodisciplina que necesitan para alcanzar éxito en el colegio y en la vida.