Muchos niños ven la televisión un promedio de tres a cuatro horas diarias. La televisión puede ser una influencia poderosa en el desarrollo del sistema de valores y en la formación del comportamiento.
Desgraciadamente, buena parte de la programación televisiva actual incluye escenas de violencia.
Cientos de estudios sobre los efectos de la violencia en televisión han coincidido en que los niños pueden:
• Volverse «inmunes» al horror de la violencia.
•Aceptar gradualmente la violencia como un modo de resolver problemas.
• Imitar la violencia que observan en la pantalla de televisión.
• Identificarse con ciertos caracteres, ya sean víctimas o agresores.
Los niños que se exponen excesivamente a la violencia en televisión tienden a ser más agresivos. El impacto de la violencia en la televisión puede hacerse evidente de inmediato en el comportamiento del niño, o bien puede surgir años más tarde.
Los padres pueden proteger a los niños de la violencia excesiva de la televisión de la siguiente manera:
• Prestando atención a los programas que los niños ven en la televisión y mirando algunos con ellos.
• Señalar que aunque el actor no se ha hecho daño ni se ha muerto, ese grado de violencia en la vida real tiene como resultado el dolor o la muerte.
• No dejar que los niños vean programas que sabemos de antemano que contienen violencia: cambiar de canal o apagar la televisión cuando se presente algo ofensivo, explicándoles qué hay de malo en el programa.
• No aprobar los episodios violentos frente a los hijos y enfatizar la creencia de que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un problema.