A través de un teléfono móvil, podemos contactarnos con la persona que necesitemos, sin importar donde nos encontremos y a que distancia estemos ubicados. Esta ventaja nos es conveniente, en especial, a aquellos que tenemos hijos y debemos cumplir con otras obligaciones del diario vivir.
Sin embargo, la Asociación Americana de Fisioterapia, ha alertado en diversas ocasiones que pasar mucho tiempo escribiendo mensajes en el aparato móvil o pendiente de la pantalla produce sobrecarga muscular, dolores en la nuca, cuello, brazos y dedo pulgar.
Esto, debido a que los niños y en especial los adolescentes, sostienen inadecuadamente el celular.
Según estos resultados, aunque los padres consideramos que el aparato celular es una herramienta utilísima y en ocasiones la catalogamos como indispensable para mantener la comunicación con nuestros hijos, debemos tomar precauciones y administrar su uso de los niños.
Llamada de alerta:
Además, cuando depositamos un celular en manos de nuestros hijos, hay riesgos que están latentes de suceder, que ni siquiera se nos ocurre pensar.
Los llamados androides, teléfonos inteligentes y otros modelos de última generación, poseen acceso a páginas Web, buscadores y otros contenidos informativos, son una fuente que permite que nuestros hijos se conviertan en parte de las alarmantes estadísticas que indican que cada hora, 1,000 niños son víctimas del internet.
Por los celulares puede producirse la acción indiscriminada de difusión de todo tipo de material pornográfico, fotografías, textos, videos y los depravados pueden acosar a nuestros niños.
Depende de los padres evaluar la necesidad real de un teléfono celular para nuestros hijos y darles la supervisión adecuada a su uso, para evitar las alteraciones físicas y psicológicas ya mencionadas. Hay siempre potencial para abuso de un dispositivo móvil y es nuestra responsabilidad saber cuándo y para qué el niño está utilizado el celular.
Te recomiendo:
Enseña a tu hijo que la falta de privacidad puede ponerlo en riesgo. Nunca debe dar su número celular a un desconocido o en un lugar donde lo pueden escuchar otros.
Indícale que si recibe una llamada o mensaje que lo hace sentir incómodo, aunque sea de alguien que conoce, te lo informe inmediatamente.
Revisa el manual de usuario, algunos teléfonos permiten limitar los números telefónicos a los que el niño puede hacer llamadas o enviar mensajes o de los que puede recibirlos.
Aprende a utilizar los controles parentales disponibles en el teléfono de tu hijo o a través del proveedor de telefonía. La mayoría de los proveedores proporcionan gratis algunos controles de contenido para desactivar el acceso a la Internet.
Por: Francisco Dolores. Tecnólogo