La problemática del niño con TDAH dificulta la labor educativa de sus padres, que suelen sufrir sentimientos de frustración, culpabilidad, estrés, baja autoestima, insatisfacción con su rol parental y desconfianza en sus habilidades como padres. Los padres de niños con TDAH se consideran menos competentes en el desempeño de su rol de padres y valoran que su calidad de vida es poco satisfactoria. A menudo, están expuestos a la crítica social debido al comportamiento perturbador de los hijos, lo cual provoca finalmente aislamiento social. Además, cuando se comparan con los padres de niños sin TDAH se sienten más deprimidos, y consideran que su función de padres les limita y condiciona en gran manera su tiempo personal. Creen que sus hijos con TDAH tienen menos control afectivo y emocional, y que experimentan más dificultades para concentrarse y adaptarse al ambiente físico y social. Asimismo muestran sentimientos fuertes de desajuste entre las expectativas que tenían y las características reales físicas y emocionales de sus hijos.
Implicaciones educativas y clínicas
Posiblemente la conclusión práctica más interesante que se deriva de la bibliografía es la relación positiva que existe entre el estrés que produce la crianza de niños con TDAH y la aplicación en la familia de técnicas de disciplina inadecuadas. Constituye un asunto que tiene trascendencia, ya que los procedimientos disciplinarios caracterizados por la aserción de poder, la permisividad o la inconsistencia son factores de riesgo que potencian la gravedad de la sintomatología del TDAH y la aparición de trastornos de la conducta. Sin embargo, las terapias diseñadas para mejorar los síntomas del TDAH han tenido escasos efectos en la calidad de la paternidad o en el estrés parental. Los pro- gramas de asesoramiento a padres deben ir más allá del modelo basado solamente en la medicación o en la modificación de la conducta. Junto a otros componentes, hay que ofrecer a los padres información que reduzca su inseguridad y sentimientos de culpabilidad; facilitarles estrategias para reducir el nivel de es- trés que puede provocar el comportamiento de sus hijos; enseñarles a identificar y valorar los progresos, aunque sean limitados; ayudarles a promover una distribución clara de responsabilidades y roles, y construir un estilo educativo autoritativo, no coercitivo ni sobreprotector.
Programa de asesoramiento a padres de niños con TDAH
En IDESIP proponemos un modelo de asesoramiento a los padres que tiene como objetivo ayudar a los padres a superar las barreras emocionales y a reconocer y aceptar el estrés socioambiental. Las técnicas conductuales se proponen enseñar procedimientos de disciplina eficaces, mientras que las intervenciones sistémicas ayudarían a planificar el ambiente familiar, ajustándolo al temperamento y habilidades del niño. Este programa se fundamenta en el logro de los siguientes objetivos:
- Corregir posibles errores de los padres sobre el trastorno y ayudarles a generar expectativas realistas.
- Guiar a los padres para encontrar el equilibrio entre las demandas de los hijos, la pareja, o los compañeros y sus necesidades.
- Ayudar a los padres a desarrollar expectativas realistas sobre sus hijos y sobre sí mismos. Reducir el arousal emocional cuando no se cumplen las expectativas. Disminuir el impacto de los comentarios de otras personas.
- Capacitar a los padres para dar respuestas adaptativas a las situaciones estresantes. Incrementar sus sentimientos de autoeficacia y autocontrol.
- Facilitar la obediencia en las interacciones padres-hijo. Aumentar el apoyo entre la pareja. Identificar las necesidades del niño.
- Uso apropiado de la disciplina, y apoyar a los padres cuando se sientan superados por el comportamiento del hijo
Dr. César E. Castellanos. Doctor en Neuropsicología, Master en Terapia Familiar. Postgrado en Neuropsicología del Desarrollo. Director del IDESIP. (809) 549-7071, www.idesip.org
2 respuestas
Un saludo doctor Castellanos.
Soy dominicana y resido en España desde hace 4 años. MI hijo de 8 años se quedó en el país cuidado por su hermana de 28 años y este año por fin he podido traérmelo para ya quedarse conmigo. Lo encontré muy inquieto y movido y con unas faltas de comportamiento importantes. Antes de volver a España fue visitado en Santiago por el Dr. Carin Mustafa que le díagnosticó TDAH aunque sin realizarle ningún estudio ya que debíamos regresar de inmediato a España. Le prescribió también las pastillas Concerta que hasta ahora se está tomando. La cuestión radica en que necesito saber con certeza si los problemas de mi hijo son TDAH o simplemente mala conducta derivada de los años que estuvo sin mi. El tema aquí en España va muy lento porque el sistema de sanidad pública esta desbordado y obviamente por la via privada no me lo puedo permitir económicamente. Me gustaría me orientara sobre que hacer con este problema y también saber si considera positivo la administración de esa pastilla ya que los efectos secundarios son numerosos. Gracias anticipadas por su atención.
Saludos Sra. Cruz,
Ante todo muchas gracias por consultarnos a través de NUESTROS HIJOS, esta es una de nuestras misiones, es decir el poder servir de red de información para nuestra población.
Respecto a su hijo, mi recomendación es la siguiente: El uso de fármacos para el Déficit de Atención es algo delicado. Ese tipo de fármacos (Metilfenidato) deben ser monitoreados de cerca debido a su impacto en diversos órganos excretores tales como el Hígado y los Riñones, aparte de los efectos secundarios que usted menciona. Es importante que el médico que las ha prescrito le de seguimiento cercano al niño en cuestión. Por otro lado, el diagnóstico del Déficit de Atención, en ninguna circunstancia debe hacerse sin los estudios debidos, los cuales incluyen estudios neutro-pediatricos (al menos un Electroencefalograma en Sueño y otro en Vigilia, análisis sanguíneos, etc.) y estudios neuro-psicológicos (pruebas funcionales del lóbulo frontal que es el encargado de la función atencional). Con todo esto, mas la impresión de los padres y los maestros se realiza el diagnóstico. Se debe entonces, con un adecuado diagnóstico, proceder a diseñar un plan de intervención que incluye los distintos espacios donde el niño se desenvuelve (Casa, Escuela, etc.), adicionalmente un programa de Rehabilitación Neurocognitiva de la Función Atenciónal en base a ejercicios programados para tal fin y finalmente, si se llegara a considerar como necesario, el uso de medicamentos.
En caso de que no se reunan los criterios neutro-pediatricos y neutro-psicológicos para el diagnóstico de Déficit de Atención, entonces debe pensarse en otro tipo de posibles situaciones. Sin embargo, es poco probable que se considere el uso de fármacos para el resto de las opciones posibles.
Espero que esta información contribuya a orientarle sobre el caso de su hijo.
Sin otro particular,
Dr. César E. Castellanos A.