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Estamos viviendo en un mundo cada vez más intolerante. Como adultos, es difícil dar a otros el beneficio de la duda, y nos sentimos obligados a proteger a nuestros hijos de muchas amenazas reales e imaginadas.

Ese panorama de miedo no es un terreno fértil para la siembra de la tolerancia y la convivencia, valores que se aprenden por la práctica. Enriquece el ambiente de tu familia abriendo las posibilidades para que tu hijo conozca y acepte a los demás. Aquí te damos varios consejos para cultivar la tolerancia en tus hijos

La familia, escuela de valores

Enseña a tus hijos a aceptarse a sí mismos. Explícales que valen mucho no por lo que tienen, sino por lo que son. Deja que tengan la práctica de enfrentar retos y resolver problemas. Refuerza su seguridad personal, no los ayudes hasta que verdaderamente sea necesario.

Refuerza con tu hijo su identidad. Muéstrales sus raíces, deben saber quiénes son sus padres, sus abuelos y sus primos ¿De qué país vienen originalmente? ¿Qué idiomas hablan? ¿Cuáles son los valores más importantes que identifican a su familia? Es importante que ayudes a tu hijo a tener un fuerte sentido de pertenencia dentro de la familia, donde la aceptación sea incondicional.

Habla con tus hijos sobre la diversidad. Todo el mundo es diferente. Todos tenemos cosas en común, y todos somos dignos de respeto. Conversa con tus hijos sobre las formas de ser diferente. Deja claro que las diferencias son oportunidades para aprender de los demás. La diversidad inspira interés, no miedo.

La cortesía siempre estara de moda

Habla con tu hijo sobre diferencias físicas y raciales. Enséñale a tus hijos que hay una sola raza: la raza humana. Todos tenemos características físicas que recibimos en herencia de nuestras familias. Debemos de sentirnos orgullosos de nuestras facciones únicas y respetar a los demás sin poner ninguna barrera racial.

Concientiza a tu hijo sobre las diferencias socioeconómicas. Enséñales a tus hijos a respetar a todos por lo que son y no por lo que tienen. El esfuerzo de cada persona se valora, y el dinero no da el derecho de menospreciar a nadie. A todos se les trata con educación.

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