Frente a los problemas de aprendizaje y a las dificultades para adaptarse al medio familiar y escolar que presentan algunos niños y niñas, casi siempre, los padres y profesores simplemente se limitan a castigar, retirar privilegios; sacar del curso, mandar a la dirección o poner “mala nota en conducta”, sin detenerse a buscar las verdaderas causas de estos problemas.
Entre los problemas que presentan los niños y niñas en edad escolar figuran la hiperactividad y la impulsividad. La comprensión y adecuado encaramiento de los mismos revisten gran importancia, en tanto, que para tener éxito en la vida la persona debe tener la capacidad para poder poner atención y controlar su comportamiento y sus impulsos.
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La hiperactividad y la impulsividad forman parte de los tres síntomas del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). El otro síntoma es la atención baja. Lo que ayuda a padres y profesores a detectar este trastorno y sus consecuencias es observar si el niño o la niña manifiesta estas conductas o algunas de ellas:
Conductas de niñ@s Hiperactivos:
-Son excesivamente inquietos y desorganizados.
-Tienden a pararse cuando deben estar sentados, en clase o a la hora de comer.
-Siempre están corriendo y saltando como quien tiene “pilas nuevas”.
-Mueven constantemente los brazos y los pies (“no pueden estar quietos”).
-Son muy impulsivos. Hacen las cosas sin pensarlas previamente.
-Le cuesta concentrarse. No mantienen la atención cuando es necesario.
-Parecen no escuchar cuando se le habla. Presentan sordera ficticia.
-Frecuentemente dejan los trabajos sin terminar e interrumpe los juegos.
-Suelen interrumpir a los demás cuando hablan.
-No respetan los turnos y no sigue las reglas de juego.
-Se distraen fácilmente y son olvidadizos. Pierden y olvidan cosas.
-Evitan tareas que exigen esfuerzo mental continuo.
-Presentan problemas de lectura y escritura.
-Son desobedientes y su comportamiento provoca quejas, malas calificaciones y castigos en el hogar.
En resumen, los niños y niñas que padecen el TDAH presentan problemas de aprendizaje debido a la dificultad para poner atención y concentrarse. Suelen presentar problemas de disciplina debido a su comportamiento impulsivo, deficiente ejecución de las tareas y dificultades para relacionarse con sus hermanos u otros niños.
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Debido a que continuamente se le está llamando la atención, acusándolos de desobedientes e irresponsables, manifiestan problemas afectivos y emocionales, tales como baja autoestima, dependencia, baja tolerancia a la frustración, depresión, ansiedad y agresividad. Muchos padres y profesores se preguntarán qué pueden hacer. Les recomendamos algunas medidas:
1. Trate la situación con respeto, tacto e inteligencia. (Los niños no tienen la culpa de lo que le está pasando).
2. No etiquete al niño ni permita que lo hagan sus hermanos o compañeros (“lento”, “loquito”, “despistado”, “bótalotodo”, etc.).
3. Forme hábitos que los capaciten para superar sus limitaciones.
4. Permítale salir al patio o cambiar de actividad cuando están muy ansiosos.
5. Establezca reglas, límites y horarios claros (preferiblemente por escrito).
6. Asegúrese de que comprenden las reglas e instrucciones de las tareas asignadas.
7. Evite el castigo. Reconozca y elogie sus esfuerzos.
8. En el colegio o escuela, siéntelos en las primeras filas.
9. Muéstreles deseos de ayudarlos. Quejas, malas calificaciones y castigos en el hogar.
Ámelos incondicionalmente. Llévelos al psicólogo. Y recuerde que personas exitosas como Einstein, Eisenhower, Steve Jobs, Michael Jordán, Bill Gates, John Lenon, Magic Johnson, Agatha Christi, Eleanor Roosevelt, Walt Disney, Bernard Shaw y, otros muchos, padecieron el TDAH y lo superaron. Sin duda alguna, porque sus padres y profesores le “pusieron la atención” que requerían. Y lo hicieron con amor. ¡Hágalo también usted!
Escrito por: Héctor Rodríguez/ Psicólogo Familiar
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