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Nuestros hijos se van formando su propia idea de lo que es una relación de pareja cuando ven a papi y mami o a cualquiera de sus padres con su pareja. Detalles como el trato, manera de comunicarse, manifestaciones de cariño, palabras con que uno se dirige al otro, lenguaje no verbal y corporal, ante todo eso ellos tienen un radar. A veces sacan sus propias conclusiones y se quedan con ellas, otras veces las expresan y preguntan.

El amor de pareja es la base del amor de padres

Por eso creo importante compartir tips que ayuden a vivir con transparencia y coherencia una relación matrimonial que impacte positivamente la vida de nuestros hijos, y donde ellos anhelen algún día tener alguien a su lado como lo ven en sus padres, en vez de desear no tener nada parecido a lo que ven en casa como relación de pareja.

          Trabaje su auto control, “la respuesta blanda aplaca la ira”, no suba la voz, grite o use un tono ofensivo y alto, desde cualquier punto de vista no se justifica, eso es agresión y falta de respeto.

¿Cómo evitar las discusiones con tu pareja?

          Temas delicados trátelos como pareja en privado, si entiende que uno de los dos podría subirse de tono salga de casa con su conyugue, los hijos no se merecen presenciar un espectáculo de agresión entre sus padres.

          Trabaje su programación neurolingüística, el tipo de palabras que usa, el movimiento de sus manos, las muecas en su rostro, y aprenda a comunicarse “en amor”, aunque esté “quillado” con su pareja.

¿Cómo afecta a nuestros hijos nuestras palabras?

          “Nadie cambia a nadie, el amor lo transforma todo” (P. Jose Antonio Esquivel, QEPD); es un buen lema para su hogar, hasta para tenerlo escrito y hablarlo en familia, de manera que nuestros hijos nos lo recuerden de vez en cuando.

          Controle su boca, dice la Biblia que el peor enemigo de todos es “la lengua”. Refiérase a su conyugue con amor, y al menos con respeto o cierto aprecio si no está casado con el papá o mamá de sus hijos.

          Diga cosas positivas de su conyugue o padres de sus hijos, no haga críticas destructivas. Sabía que si caemos en esa trampa, nuestros hijos en poco tiempo estarán “acabando” con nosotros, su padre, con sus amigos? Porque es lo que aprendieron de nosotros, a chismear y criticar destructivamente y ver lo negativo y las debilidades.

          Realice una dinámica tipo juego con sus hijos con alguna frecuencia, creando un ambiente relajado en casa o comiendo en algún sitio, haga una ronda donde cada quien diga “qué es lo que más me gusta de papi y mami de cómo son entre ellos” y “qué es lo que menos me gusta de cómo son entre ellos”; luego cambie y que la ronda sea decir cada quien qué es lo que más le gusta y menos le gusta de cada miembro de la familia individualmente. Y ponga atención porque es información valiosa y no interrumpa o trate de defenderse o justificarse, solo escuche.

          Aprendamos como pareja a delimitar nuestro espacio íntimo, sobretodo en nuestra habitación. Si la puerta está abierta es porque puede haber interacción libre, pero si está cerrada, con seguro o no, primero se toca la puerta para entrar.

          Si va a permitir una mega excepción que alguno de sus hijos duerman con ustedes, absténgase de las relaciones sexuales en presencia de ellos, aunque crea que están profundamente dormidos. Eso puede crear programaciones erradas en su subconsciente que después serán barreras en su relación íntima con la pareja que tengan.

          Manifieste cariño, besos, abrazos, ternura, atenciones, detalles, con su pareja, de forma natural cuando estén o no sus hijos,  siempre están pendientes aunque usted crea que no prestan atención y digan “guácala” cuando sus padres se besan!

Hace un tiempo escuché de mi esposa y luego de boca de mi hija mayor, que ahora tiene 12 años, que ella desearía que el hombre que llegue a ser su esposo sea como yo, su padre, y especificó el hecho de cómo veía ella que yo trato a su mami; me hizo sentir muy bien, y me di cuenta que observa más de lo que pensaba, así en ese momento entendí como impacta su programación interna lo que ve y escucha de nosotros sus padre en casa, y que estamos llamados a ser un buen testimonio para ellos y dejarles el mensaje de que “si se puede” tener una relación de pareja en un matrimonio bendecido y próspero.

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