Durante los últimos años, se han realizado diversos estudios e investigaciones científicas sobre la experiencia del feto en el útero, que muestran que la vida prenatal es tan importante como la primera infancia.
Las huellas afectivas positivas o negativas que recibe el feto y las sensaciones que vive dentro del útero materno son decisivas para el futuro bebé en cuanto al desarrollo de su salud, de su vida afectiva, de sus capacidades relacionales, de sus habilidades cognitivas, de su creatividad.
Los autores señalan que numerosos músicos estuvieron expuestos a la influencia de la música durante su gestación, y que características como la confianza en uno mismo, la tendencia a la depresión y los comportamientos adictivos están relacionados a las experiencias durante la vida uterina.
En el plano fisiológico, el feto tiene habilidades sensoriales que lo ponen en relación con su medio; ya que el mismo reacciona a las condiciones ambientales siendo capaz de recibir y desarrollar una respuesta específica a diversos estímulos.
Las reacciones del feto a diferentes músicas también han sido estudiadas (MicheleClements) Por ejemplo, Brahms y Beethoven los agitan, mientras que Mozart y Vivaldi los calman. El rock, los agita, pues los bajos de este tipo de música son muy fuertes y martillan la base de la columna vertebral de la madre, alcanzando directamente al niño que reacciona pateando, defendiéndose.
En el plano cognitivo, existen estímulos sensoriales que dejan huella en el feto, en la experiencia del bebé y da lugar a reconocimientos y aprendizajes. El bebé reconoce la voz de su madre y la prefiere. Existe pues una percepción, un registro preciso y una memorización de los sonidos exteriores, lo que constituye un verdadero aprendizaje.
Un director de orquesta, en una entrevista, recordaba que cuando estudiaba una pieza por primera vez, conocía la partitura del violonchelo antes de haber pasado la página. Habló de esto con su madre, quien era violonchelista y ella buscó en sus programas. Las partes que su hijo se sabía de memoria eran las que había estudiado durante su embarazo.
En el plano afectivo, el bebé es capaz de experimentar emociones y es feliz cuando se siente en estrecha relación con sus padres. Es capaz de dar y recibir amor.
Por: Lic. Isabella Paz
Pedagoga Terapeuta y Psicomotricista