Luego del parto, las mujeres viven un difícil proceso de adaptación y recuperación en el que experimentan sentimientos distintos, pasando con facilidad del llanto a la alegría, de la vitalidad al cansancio total.
Todas las atenciones que requiere un recién nacido pueden resultar agotadoras para la nueva madre, más aún si su embarazo y parto fueron difíciles.
De ser el centro de atención la madre se convierte en la principal proveedora de protección, cuidados y alimentación para el bebé, cuyas demandas en los primeros meses son constantes. Al respecto la Guía Nutricia para cuidado después del parto explica:
“Nadie puede prepararte para los cambios que un bebé introduce en tu vida. Recién cuando tienes tu propio bebe puedes entender el significado del “perdona, todavía no he tenido tiempo para hacer eso de los amigos y familiares con niños”.
Según esta publicación, a la mujer le toma aproximadamente un año recuperarse completamente de la gestación, lo que, sumado a las nuevas cargas de responsabilidades que llegan con el bebé, puede provocar problemas físicos y emocionales ante los cuales debes estar alerta, pues si bien es cierto son pasajeros en la mayoría de los casos, si pasado el tiempo no te sientes mejor o crees que tu condición es extrema, debes consultar de inmediato a tu ginecólogo.
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