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Antes de abundar en el tema, empezamos por decir que los remedios que han pasado las abuelas de generación en generación jamás deben sustituir la consulta médica y el tratamiento indicado por el especialista.

Las molestias que causan las enfermedades son apenas la punta de la montaña, el examen médico revela qué hay más allá, busca en la profundidad el origen del malestar para curar, a veces la causa está muy lejos del sentimos, por eso hay que buscar siempre el diagnostico y seguir la indicaciones de los profesionales de la salud.

Las palabras iniciales no pretenden restar valor a lo que la naturaleza le ofrece al ser humano para sanarse, pero si hacer hincapié en la peligrosidad de no seguir el tratamiento médico o buscar soluciones por cuenta propia.

Para curar con plantas hay que conocerlas, saber en qué cantidad y forma administrarlas para conseguir los resultado deseados. Al igual que la medicina convencional, en la natural el tiempo de aplicación y el seguimiento es vital, afirma la farmacéutica Katiuska Vicioso Sánchez, gerente de operaciones de la empresa Nikay Bio-Procesos.

En el caso del asma, los remedios caseros si bien no son dañinos en su mayoría, no logran la recuperación total. Así lo explica el Doctor Luis Alam Lora, pediatra neumólogo: Si existiera algún medicamento, hierba, aceite, ungüento o bebida que curará el asma, simple y sencillamente no habrían asmáticos. Hasta el momento, no hay ningún medicamento, científicamente comprobado, que cure 100 por ciento esta enfermedad. Para los pacientes asmáticos la clave es la prevención de los episodios agudos, es decir, evitar los procesos de crisis respiratorias.

Sin embargo cientos de madres de niños asmáticos nos escriben preocupadas por la cantidad de medicina que tienen que ingerir sus peques. La respuesta nunca será abandonar el tratamiento, sino más bien buscar alternativas adicionales. Previa consulta con el pediatra, la madre puede aplicar los siguientes remedios:

Infusión natural para la descongestión

  1. Media botella de miel de abeja
  2. 8 cebollines o 1 cebolla roja grande
  3. Un rábano
  4. Crista de una penca de sábila
  5. El jugo de 3 limones
  6. Una rama de berro

Preparación:

1.- Coloca el zumo de los limones y el rábano cortado en trocitos en tu licuadora., esto para facilitar el licuado y evitar que se dañe el aparato. Lícualo por espacio de dos minutos.

2.- Adiciona en el siguiente orden los demás componentes, dándoles un minuto de licuado a cada uno: cebolla o cebollín, sábila berro y miel. Llevar a una botella con tapa y almacenar en la nevera. Nota: Si dejas esta mezcla fuera de refrigeración esto puede contribuir a que el producto se contamine por crecimiento de bacterias. Ojo esta mezcla es para niños mayores de dos años, la miel está contraindicada para niños menores de esta edad.

Miel y Sábila

En su libro “Salud con Sábila” el doctor Abel Cruz asegura que la sábila contiene un desinflamatorio similar a la cortisona pero sin su efecto negativo, es por esto que tomar miel de abeja con sábila ayuda a aliviar la inflamación de los bronquios. Sin embargo hay que tener cuidado con el uso continuo esta planta curativa porque es un laxante natural. Muchas madres agregan trocitos de sábila a dos tomas de leche, 3 veces a la semana.

Administra estas mezclas por un día y observa la reacción que pueda tener tu peque, ya que los organismos reaccionan de manera diferente y lo que a algunos nos hace bien a otros pueda que no. Esta mezcla esta probada, funciona en el noventa por ciento de los casos.  Si ves cualquier reacción extraña debes suspender el tratamiento, dice la experta Katiuska Vicioso.