Así, hermosa y mágicamente sientes cómo se agita en tu interior ese ser tan especial, el único que sabe realmente como late tu corazón por dentro, que con pataditas juguetonas te hace recordar que son los grandes protagonistas de un amor sin fecha de vencimiento, un amor que cada día crece más de manera incondicional aun con posibles marcas o algunas partes de tu cuerpo cambiadas e hinchadas, un caminar diferente, gustos extraños nunca antes pensado y con las hormonas revueltas que te hacen muchas veces dudar de tu capacidad natural para ser y ejercer ese maravilloso y bendecido rol de mamá.
Cuando llegue ese día tan esperado, de conocer esos ojos brillantes y ansiosos de amor para recibir y darte sabrás que ser mamá es una aventura maravillosa, un tanto caótica pero te enseñará y regalará los mejores años de tu vida con sus sonrisas, sus ocurrencias y su inocencia vivirás día tras día el verdadero sentido de la felicidad y lo que es realmente valioso en la vida.
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Por eso amiga, no idealices, ni condenes tu maternidad a ser perfecta, simplemente sé esa madre que con dulzura y esmero riega cariño, espera con ilusión y disfruta ver crecer a su bebé sirviendo de guía y protectora de su vida.
¿Cómo? Siendo la mejor versión de ti misma. Tomando siempre en cuenta que, no habrá mejor madre para tu bebé que tú. Disfruta cada etapa desde que está en tu bella pancita y de plasmar todos esos hermosos recuerdos que vives en este dulce momento: Mientras Te Espero.
Pamela Alvarez, comunidad vida de madres
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