Para tener un bebé saludable debes cuidar tu propia salud y una de las cosas más importantes que puedes hacer para prevenir defectos congénitos graves en tu bebé es tomar la cantidad necesaria de ácido fólico todos los días, siendo lo ideal antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo.
El ácido fólico es una vitamina B (B9) que está presente principalmente en las lentejas, los frijoles secos, los chícharos (arvejas o guisantes) y las verduras de color verde oscuro como el brócoli, las espinacas, el col rizada y los espárragos. Además de las frutas cítricas y su jugo.
Esta vitamina ayuda a prevenir los defectos de nacimiento del tubo neural que normalmente ocurren durante los primeros 28 días del embarazo, por lo que generalmente suceden antes de que la mujer sepa que está embarazada.
Los defectos del tubo neural más comunes son los siguientes:
- Espina bífida, fusión incompleta de la médula espinal y la columna vertebral.
- Anencefalia, subdesarrollo grave del cerebro.
- Encefalocele, desarrollo de una protuberancia de tejido cerebral hacia la piel causado por una abertura anormal en el cráneo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos las mujeres que toman la dosis diaria recomendada de ácido fólico, empezando al menos un mes antes de concebir y durante el primer trimestre del embarazo, reducen el riesgo de que su bebé tenga defectos del tubo neural de un 50 a un 70 por ciento.
El ácido fólico es especialmente importante para el rápido crecimiento celular de la placenta y de tu bebé en desarrollo.
Por eso, es de suma importancia que todas las mujeres en edad fértil tomen la cantidad necesaria de ácido fólico, no solo aquellas que están buscando quedar embarazadas. Solo el 50 % de los embarazos son planificados, por lo que cualquier mujer que pueda quedar embarazada debe asegurarse de tomar la cantidad necesaria de ácido fólico.
Para reducir el riesgo de que tu bebé tenga un defecto del tubo neural, toma 400 microgramos (mcg) de ácido fólico diariamente, comenzando al menos un mes antes de empezar a intentar quedar embarazada.